domingo, 30 de diciembre de 2012

Un poema de Antonio Colinas

EL CAMINO CEGADO POR EL MONTE

Créeme, no es piedad lo que siento por ti,
ahora que estoy lejos, sino un recuerdo herido.
Por ti y por el camino cegado por el bosque
que no pude seguir aquella noche joven,
perfumada y abierta como el cuerpo de un pino.
No es piedad, sino una sensación de fracaso,
de suave y entrañable dolor que nunca cesa.
Fuiste buena conmigo en mis días de entonces:
me diste cuanto soy, este veneno dulce
que me impulsa a luchar contra el mar, contra el tiempo
y contra el mismo amor de los que bien me quieren.
No es piedad, aún te busco en la noche perfecta,
deseoso, sediento de tus colores ácidos,
de tus estrellas frías, de tus ramas y ríos
helados tras los cielos del más hermoso invierno.
Te lo digo dolido y con los ojos húmedos,
aunque la mente esté segura, serenada:
no te pude tener más cerca, pues mis labios
llegaron a rozar tus nieves, tu horizonte.
No es piedad, créeme; sólo sé que una tarde
avanzada, profunda, descendí de aquel monte
puro y purificado como un fuego de junio.
Creí volver a ti definitivamente
y me encontré el camino cegado por el bosque.

ANTONIO COLINAS


jueves, 27 de diciembre de 2012

Casa de misericordia, poema de Joan margarit

CASA DE MISERICORDIA

El padre fusilado.
O, como dice el juez, ejecutado.
La madre, ahora, la miseria, el hambre,
la instancia que le escribe alguien a máquina:
Saludo al Vencedor, Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia poder dejar mis hijos
en esta Casa de Misericordia.

El frío del mañana está en la instancia.
Hospicios y orfanatos fueron duros,
pero más dura era la intemperie.
La verdadera caridad da miedo.
Igual que la poesía: un buen poema,
por más bello que sea, será cruel.
No hay nada más. La poesía es hoy
la última casa de misericordia.

JOAN MARGARIT

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miércoles, 12 de diciembre de 2012

Momentos, un poema de karmelo C. Iribarren

MOMENTOS

¿Qué haces?
Nada. Sólo
miro llover
sobre la plaza.
Y se sentó
a su lado.
Y se sumó,
en silencio,
a aquella celebración
de la nostalgia,
a aquella exuberancia
de la melancolía.

KARMELO C. IRIBARREN


sábado, 8 de diciembre de 2012

Un poema de Cristina Peri Rossi

DESPUÉS

Y ahora se inicia
la pequeña vida
del sobreviviente de la catástrofe del amor:

Hola, perros pequeños,
hola, vagabundos,
hola, autobuses y transeúntes.

Soy una niña de pecho
acabo de nacer
del terrible parto del amor.

Ya no amo.

Ahora puedo ejercer en el mundo
inscribirme en él
soy una pieza más del engranaje.

Ya no estoy loca.

CRISTINA PERI ROSSI


sábado, 1 de diciembre de 2012

Un poema de Página en construcción, de Luis Bagué Quílez

LA VIDA TE HARÁ TRIZAS

La vida te hará trizas,
pasará sobre ti como un tornado,
te marcará la frente con la espuela
de plata de los años,
y, con la soga al cuello,
acabarás bailando
ante cualquier espejo
la danza ritual de los ahorcados,
porque el futuro suele
tener cambiado
                       el paso.

Hazme caso, resuelve tus asuntos.
Hazme caso, muchacho.
la vida te hará trizas
como lo hizo con tantos
y a los viejos errores
acabarás llamándolos
                                pasado.

LUIS BAGUÉ QUÍLEZ






viernes, 23 de noviembre de 2012

Hambre, un poema de Peces transparentes

HAMBRE

No me preguntes por qué no tengo hambre.

Pregúntale al cerezo,
al granjero que cuida las gallinas,
a las migas que caen desde el mantel
al suelo
y se arrepienten en el último segundo.

Pregúntales a las cajeras del supermercado,
al repartidor de pizzas,
al temporero que viaja cada año
a recoger tomates
a Almería.

A mi no me preguntes.

Si el hambre se me escurre
entre las comisuras de los labios,
no es por falta de ganas de comerme
tres veces
el centro de la tierra.

Es que desde hace tiempo,
todo me sabe a miel de alcantarilla
y al agua que remueven
en los charcos
las ruedas de los coches.

A mi no me preguntes.

Mi lengua sigue viva. 

JULIA CONEJO



sábado, 17 de noviembre de 2012

Un poema de Antonio J. Sánchez

LATIDO

Hay poemas
escritos en servilletas de bar
o a la espalda de facturas impagadas,
con manchas de café o de mayonesa;
poemas que huelen a cotidiano.
Hay poemas
labrados minuciosamente en mármol,
suaves al tacto, pulidos, impecables;
objetos puros en medio de la vida.
Yo amo la línea sutil,
el cordón de luz blanca azulada
que fluye alegre y vital
entre el mármol y la servilleta.

ANTONIO J SÁNCHEZ




martes, 13 de noviembre de 2012

Un poema de Inma Luna

DETRÁS DE CADA SUEÑO

Lo extraordinario está también a mi alcance:
en el placer de mirarte,
en la desorientación de tu pelo.
Quizá las cosas sean así detrás de cada sueño.
Ha habido un tiempo
en el que no se dibujaban las palabras
pero sólo las plantas no tienen memoria
aunque
-pensándolo mejor-,
quizás recuerden una lluvia
más fresca que las otras,
más nutritiva.
Lo extraordinario está también a mi alcance:
en el placer de habitarte,
en la constancia de tu boca.

En este instante,
cada día
es como una reforma.
Dolor conmovedor que lima las aristas.
Por eso quería solicitarte
para tiempos de crisis,
algo de extraordinario,
algo de inexplicable,
algo que esté detrás
de cada uno de mis sueños.
Algo para hojear en la sala de espera de mi vida.

INMA LUNA


viernes, 9 de noviembre de 2012

Un microrrelato de Fernando Iwasaki

PETER PAN

Cada vez que hay luna llena yo cierro las ventanas de casa, porque el padre de Mendoza es el hombre lobo y no quiero que se meta en mi cuarto. En verdad no debería asustarme porque el papá de Salazar es Batman y a esas horas debería estar vigilando las calles, pero mejor cierro la ventana porque Merino dice que su padre es Joker, y Joker se la tiene jurada al papá de Salazar.
Todos los papás de mis amigos son superhéroes o villanos famosos, menos mi padre que insiste en que él sólo vende seguros y que no me crea esas tonterías. Aunque no son tonterías porque el otro día Gómez me dijo que su papá era Tarzán y me enseñó su cuchillo, todo manchado con sangre de leopardo.
A mí me gustaría que mi padre fuese alguien, pero no hay ningún héroe que use corbata y chaqueta de cuadritos. Si yo fuera hijo de Conan, Skywalker o Spiderman, entonces nadie volvería a pegarme en el recreo. Por eso me puse a pensar quién podría ser mi padre.
Un día se quedó frito leyendo el periódico y lo vi todo flaco y largo sobre el sofá, con sus bigotes de mosquetero y sus manos pálidas, blancas blancas como el mármol de la mesa. Entonces corrí a la cocina y saqué el hacha de cortar la carne. Por la ventana entraban la luz de la luna y los aullidos del papá de Mendoza, pero mi padre ya grita más fuerte y parece un pirata de verdad. Que se cuiden Merino, Salazar y Gómez, porque ahora soy el hijo del Capitán Garfio.

FERNANDO IWASAKI


jueves, 1 de noviembre de 2012

Un poema de Peces transparentes

ESPERANZA

La esperanza tiene un aroma a café
recién tostado.

Tiene el tacto de un echarpe de mohair
sobre la espalda desnuda
unos segundos antes de apreciar
que su elegancia acogedora
no basta para descabalgar el frío.

La esperanza
es un sobre cerrado de cromos repetidos.

Una calle en verano repleta de terrazas
donde sólo se sirve
agua del tiempo.

La esperanza te deja los pies fríos,
como las botas de goma
con dibujos
que llevaba al colegio
las mañanas de invierno en que llovía.




martes, 30 de octubre de 2012

Un poema de Jacob Iglesias


5 DE SEPTIEMBRE DE 2008

Catorce años después,
cuanto queda de mi padre es una sucesión
de imágenes
inconexas, y cada vez más huecos,
y algunos recuerdos minuciosos,
sobre todo de aquellos últimos meses.
Me ha costado todos estos años aprender
que cuando la memoria se convierte
en un rastro que conduce a ninguna parte,
sólo puede aliviarnos
esta liturgia de acercarnos al cementerio,
limpiar de tierra y excrementos de pájaro
la lápida, maldecir que haya más líquenes
en la inscripción y arrancar los hierbajos
que han ido creciendo.
Atar luego a la cruz unas flores de plástico
y dejar tumbado en la tierra
un ramo de claveles. Y rezar,
sin devoción, pero por si acaso,
un padrenuestro
por la vida eterna en que él confiaba.

JACOB IGLESIAS


sábado, 27 de octubre de 2012

Un poema de David Hernández sevillano

PUEBLO CASTELLANO

La torre de la iglesia como el mástil
erguido de un velero
despuntaba en un mar de sementeras.
A su abrigaño el pueblo sesteaba.
Enfermaron de frío las palabras
y los sueños. Sólo de alguna débil,
escasa chimenea ascendía
un reguero de humo perezoso
como un recuerdo lento.

Ella reconoció
el roce de febrero en los pulmones.
Llegó de abotonar
los surcos de un pasado fronterizo.
Con sus pasos azules
zigzagueó las calles polvorientas,
se sentó junto al tronco de la olma
y acarició la tierra con sus manos.

No sé qué pasa con el sol de invierno
que abre zanjas de risa en el vacío
y le pone corchetes al silencio.

Un viento suplicante, igual que una
torpe interrogación, serpenteaba,

¿qué quedará de ti cuando hayan vuelto
a sus escaramuzas los vencejos?

Silva el agua lejana de la acequia.
En su lecho de musgo el pueblo duerme.
Ella lo ve y sonríe,
como en todas las cosas de la vida
a fuerza de pasar el tiempo tuvo
una vaga intuición:
que el mundo no terminará en nosotros.

Ella cerró los labios
para que el sueño todo le cupiera.

DAVID HERNÁNDEZ SEVILLANO


miércoles, 24 de octubre de 2012

Un poema de Alejandra Pizarnik

A LA ESPERA DE LA OSCURIDAD

Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos

ALEJANDRA PIZARNIK


lunes, 22 de octubre de 2012

Un poema de José Emilio Pacheco

A QUIEN PUEDA INTERESAR

Que otros hagan aún
el gran poema
los libros unitarios
las rotundas
obras que sean espejo
de armonía

A mí sólo me importa
el testimonio
del momento que pasa
las palabras
que dicta en su fluir
el tiempo en vuelo

La poesía que busco
es como un diario
en donde no hay proyecto ni medida

JOSÉ EMILIO PACHECO




sábado, 20 de octubre de 2012

Un poema de Juan Carlos Mestre

MONEDAS SECRETAS

Me metí en la cama con los bolsillos llenos de monedas.
Nunca se sabe. Un divorcio entre conserjes
la pastoral de los amantes a la luz de las velas.
Con una simple moneda le tapas la boca
a cualquier pesadilla. Cualquier lunático
a ciento cincuenta por las barandillas del inframundo.
Una golfa maravillosa que orina gasolina
bajo los cipreses de lo improbable.
Andar en la oscuridad con los bolsillos pelados
atrae a los francotiradores como si fueses una lata de cerveza.
Es más recomendable andar sonriente que decapitado
según un no tan viejo proverbio chino.
De hecho, todo lo que uno no ha querido ser
se cumple de pe a pa en el túnel del sueño.
Aparecen gánsteres, esos bastardos bien afeitados
en cualquier callejón te perforan la gabardina.
Nada más desagradable que despertar hecho un colador
de tallarines, el bochorno de los peones con sombrero
de copa colocando azulejos, la minuta de la funeraria.
Nada mejor que unas monedas por si el domador de las moscas
te echa el guante para girar en el vacío. Un camarote
barato, la oportunidad de tu vida con una arandela en ombligo.
Y qué me dices si llegan los ovnis. Nunca se sabe.

JUAN CARLOS MESTRE




martes, 16 de octubre de 2012

Un poema de Roberto Bolaño

LOS PERROS ROMÁNTICOS

En aquel tiempo yo tenía veinte años
y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.
Y si tenía ese sueño
lo demás no importaba.
Ni trabajar ni rezar
ni estudiar en la madrugada
junto a los perros románticos.
Y el sueño vivía en el espacio de mi espíritu.
Una habitación de madera,
en penumbras,
en uno de los pulmones del trópico.
Y a veces me volvía dentro de mí
y visitaba el sueño: estatua eternizada
en pensamientos líquidos,
un gusano blanco retorciéndose
en el amor.
Un amor desbocado.
Un sueño dentro de otro sueño.
Y la pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto
y olvidarás.
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
Estoy aquí, dije, con los perros románticos
Y aquí me voy a quedar.

ROBERTO BOLAÑO


domingo, 14 de octubre de 2012

Un poema de Jaime Sabines

NO ES QUE MUERA DE AMOR, MUERO DE TI...

No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mi, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.

JAIME SABINES



jueves, 11 de octubre de 2012

Algunas Luminarias, de Miguel Ángel Curiel

ALGUNOS POEMAS DE LUMINARIAS

9

Mi casa debería estar vacía, y yo vacío. Casas vacías y hombres llenos. Al revés, casas llenas y hombres vacíos. Un espacio vacío para la vida. Grandes ventanas dando a espacios amplios y paisajes limpios. La poesía siempre se da a media altura. Allí donde suelen estar los pájaros se dirimen los asuntos de la tierra y el cielo. Una casa vacía para que pueda entrar la luz de la poesía. Un hombre vacío.


31.

Buen tiempo. Le escribo al sol en una mesa de madera blanca a la sombra de la higuera. Escribo en la luz y la luz no permite que vea las palabras que estoy escribiendo. Escribir a ciegas. Cuando al rato lo vuelves a leer, favorecido por una ligera sombra, dices, me faltó claridad. Faltó expresarlo todo de manera más clara, y sabes que no lo puedes romper.

242

Todo náufrago es finalmente un poeta, un hombre renacido que comprende las sustancias de la inmensidad y de las fuerzas de la naturaleza. Puede hablar con el cielo aunque no haya dioses, sublimar esta falta, esa ausencia con lenguaje absoluto. Un poema sobre la nada lleno de palabras.


252

Un niño que en el día de mi muerte lleve en la mano la ceniza de mis palabras, me abra la boca y allí la vierta. Un niño que ese día juegue con la vida. Un día de sol.


MIGUEL ÁNGEL CURIEL


lunes, 8 de octubre de 2012

Un poema de Juana Castro

ALICIA DESPOSADA

Era blanca la boda: un milagro
de espuma, de azahar y de nubes.
Cenicienta esperaba.
Las muchachas regaban cada día
los frágiles cristales de su himen.
Blancanieves dormía.
Al galope
un azul redentor doraba la espesura
y la Bella Durmiente erguía su mirada.
Las vestales danzaban. Y las viejas mujeres,
en las noches de invierno,
derramaban sus cuentos de guirnaldas,
de besos y de príncipes.
Era largo el cabello, eran frías las faldas
por las calles de hombres.
Las fotos de las bodas
irradiaban panales de violines
y era dulce ser cóncava
para el brazo tajante y musculoso.
La boda les cantaba por el cuerpo
como un mar de conjuros.
Y a la boda se fueron una tarde
con su mística plena. Y cambiaron
la hora de su brújula
por el final feliz de los cuentos de hadas.

JUANA CASTRO


jueves, 4 de octubre de 2012

Un poema de Carlos Aganzo

POEMA INICIAL

El té sobre los besos derramado
y en la mesa mil libros
como ramas de almendro
movidas por el viento de los bárbaros.
Tu suave piel, tus dulces acertijos
jugando con la voz de los poetas
que bebieron el vino
y besaron los labios de las rosas
delante de nosotros.
Todo más bello aún,
más alto, más intenso
por saber que se acaban
los racimos de música
y la antigua fragancia de los tilos.

Tu piel estremecida. Tus ojos arrasados.
Un suave tintineo de cristales.
Mil caballos sin ojos que galopan
hasta estrellar su rabia contra el mundo.

CARLOS AGANZO


lunes, 1 de octubre de 2012

Morir sin haber vivido, poema inédito

MORIR SIN HABER VIVIDO

Morir
sin calenturas en los labios
de sueños que abrasaron
el envoltorio frágil
de los días vividos.

Morir
sin un desván
alojado en el pecho
reventando de imágenes
que, al cabo de los años,
aún alteran el usual
recorrido del aire
en los pulmones.

Morir
sin haber muerto cada día
de vida palpitante
y no saber
que existe
otra manera de morirse.

Más dolorosa.

Pero menos vacía.


viernes, 28 de septiembre de 2012

Un poema de Julio Cortázar

ENCARGO

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.


Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

JULIO CORTÁZAR


miércoles, 26 de septiembre de 2012

Un poema De Oliverio Girondo

DICOTOMÍA INCRUENTA

Siempre llega mi mano
más tarde que otra mano que se mezcla a la mía
y forman una mano.

Cuando voy a sentarme
advierto que mi cuerpo
se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse
adonde yo me siento.

Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.

Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos y los llantos fingidos.

OLIVERIO GIRONDO


lunes, 24 de septiembre de 2012

Un poema de Yehuda Amijai

La tarde se tumba a lo largo del horizonte y dona sangre.
Una bandada de pájaros sube como vapor negro.

El amor es un depósito de bondad y mimos,
como graneros y estanques en tiempo de miseria.

Un niño se sienta solo  en su cama,
su reino es un reino por todos los siglos.

La gente rodea su casa con una tapia
para que su esperanza no sea en vano.

En una habitación blanca y cerrada, una mujer
decide dejarse crecer el pelo.

La tierra está vuelta al encuentro de la semilla.
Una instalación militar  secreta surge en la oscuridad.

YEHUDA AMIJAI


sábado, 22 de septiembre de 2012

Un poema de julio Llamazares

HAY RACIMOS DE SOLEDAD EN TUS MANOS

Hay racimos de soledad en tus manos, desposesiones más antiguas
que la sangre.

Huyen los años de tus ojos como bandadas de cometas por las plazas maduras.
(Sólo quedan los bueyes rumiando su tristeza.)

Has conocido, entre gavillas de silencio, el sabor amarillo de mis pasos,
el humo indescifrable de las brasas sin tiempo.

Nunca mi lejanía se amasó con barro, pero puse en tu boca las yemas más
quemadas y los besos más lentos. Nunca mi lejanía se espesó hasta tu cuerpo.

Como una fuente vieja, azul desde su olvido, arrinconaste el miedo
en arcas inviolables.

Ni siquiera el dolor estalla entre tus labios. Ni siquiera la antigua,
la salada tristeza de mis besos.

JULIO LLAMAZARES


viernes, 21 de septiembre de 2012

Un poema de Joan Margarit

FAROS EN LA NOCHE

Intento seducirte en el pasado.
Las manos al volante y esta luz
de club nocturno del tablier me dejan
-fantasía invernal- bailar contigo.
Detrás de mí, igual que un gran camión,
el mañana hace ráfagas de luces.
No lo conduce nadie y me adelanta,
pero ahora tú y yo viajamos juntos
y el coche puede ser el dos caballos
de los años sesenta hacia París.
"Je ne regrette rien" canta Edith Piaf.
Bajo la ventanilla, entra la noche
fria de la autopista, y el pasado
se aproxima de cara, velozmente:
cruza y me ciega sin bajar las luces.

JOAN MARGARIT


jueves, 20 de septiembre de 2012

Un poema de Paul Celan

CORONA

En mi mano el otoño come su hoja: somos amigos.
Extraemos el tiempo de las nueces y le enseñamos a caminar:
regresa el tiempo a la nuez.

En el espejo es domingo,
en el sueño se duerme,
la boca dice la verdad.

Mi ojo asciende al sexo de la amada:
nos miramos,
nos decimos palabras oscuras,
nos amamos como se aman amapola y memoria,
nos dormimos como el vino en los cuencos,
como el mar en el rayo sangriento de la luna.

Nos mantenemos abrazados en la ventana, nos ven desde la calle:
tiempo es de que se sepa,
tiempo es de que la piedra pueda florecer,
de que en la inquietud palpite un corazón.
Tiempo es de que sea tiempo.

Es tiempo.

PAUL CELAN
Versión de José Ángel Valente


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un poema de Sylvia Plath

PAPI

Ya no, ya no,
ya no me sirves, zapato negro,
en el cual he vivido como un pie
durante treinta años, pobre y blanca,
sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.

Papi: he tenido que matarte.
Te moriste antes de que me diera tiempo…
Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,
lívida estatua con un dedo del pie gris,
del tamaño de una foca de San Francisco.

Y la cabeza en el Atlántico extravagante
en que se vierte el verde legumbre sobre el azul
en aguas del hermoso Nauset.
Solía rezar para recuperarte.
Ach, du.

En la lengua alemana, en la localidad polaca
apisonada por el rodillo
de guerras y más guerras.
Pero el nombre del pueblo es corriente.
Mi amigo polaco

dice que hay una o dos docenas.
De modo que nunca supe distinguir dónde
pusiste tu pie, tus raíces:
nunca me pude dirigir a ti.
La lengua se me pegaba a la mandíbula.

Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.
Ich, ich, ich, ich,
apenas lograba hablar:
Creía verte en todos los alemanes.
Y el lenguaje obsceno,

una locomotora, una locomotora
que me apartaba con desdén, como a un judío.
Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.
Empecé a hablar como los judíos.
Creo que podría ser judía yo misma.

Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,
no son ni muy puras ni muy auténticas.
Con mi abuela gitana y mi suerte rara
y mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,
podría ser algo judía.

Siempre te tuve miedo,
con tu Luftwaffe, tu jerga pomposa
y tu recortado bigote
y tus ojos arios, azul brillante.
Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú...

No Dios, sino un esvástica
tan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.
Cada mujer adora a un fascista,
con la bota en la cara; el bruto,
el bruto corazón de un bruto como tú.

Estás de pie junto a la pizarra, papi,
en el retrato tuyo que tengo,
un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,
pero no por ello menos diablo, no menos
el hombre negro que
me partió de un mordisco el bonito corazón en dos.
Tenía yo diez años cuando te enterraron.
A los veinte traté de morir
para volver, volver, volver a ti.
Supuse que con los huesos bastaría.

Pero me sacaron de la tumba,
y me recompusieron con pegamento.
Y entonces supe lo que había que hacer.

Saqué de ti un modelo,
un hombre de negro con aire de Meinkampf,

e inclinación al potro y al garrote.
Y dije sí quiero, sí quiero.
De modo, papi, que por fin he terminado.
El teléfono negro está desconectado de raíz,
las voces no logran que críe lombrices.

Si ya he matado a un hombre, que sean dos:
el vampiro que dijo ser tú
y me estuvo bebiendo la sangre durante un año,
siete años, si quieres saberlo.
Ya puedes descansar, papi.

Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,
y a la gente del pueblo nunca le gustaste.
Bailan y patalean encima de ti.
Siempre supieron que eras tú.
Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.

SYLVIA PLATH


martes, 18 de septiembre de 2012

Un poema de Isabel Bono

Siempre tuve deseos de ser hombre
gato adoquín insecto obra maestra

madera de violín partitura
lienzo pincel amarillo de cadmio

campo de trigo con o sin cuervos
cristal de sal nuez moscada
higuera tronco de olivo
saco de algarrobas

el azul de los témpanos
la lluvia
el mar rojo
toda tu sangre

serlo todo a la vez
y recordarlo

ISABEL BONO



lunes, 17 de septiembre de 2012

Un poema de Luis Miguel Rabanal

MUCHEDUMBRES

Las palabras no describen el pesar
que nos aterra, es como si quisiesen descubrir
lejos de nosotros nuestra desmesura, así
nos hallamos un atardecer
ante el espejo que no refleja sino la sombra
de una sombra que bien podría asemejarse
a esto que ahora podría ser que somos,
un cuerpo aborrecible
o el envoltorio desempolvado de un tapir.
Ya ves que desde un principio
se desvanecen tus euforias por momentos
de miserias, no en vano dilucidas
escenas donde el temblor consideraba
ser menos cortés
que carterista, que loco cómitre en la niebla.
Cada vez que se asoma a la terraza
el rencor, cada vez que mira
bajo su desnudez y confirma que hay pus
y secretos, y techados de lata y una lluvia
formidable como la enfermedad que extrañas,
algo se trastorna de súbito.
Por supuesto, también hoy se manifiestan
los cobardes,
banderas y alaridos igual que cada sábado,
grAznar minuciosamente:
suyo será el reino de los cienos,
son hermanos de sangre de la barbaridad,
ya sabes, lo que a ti
más te divierte cuando los oyes gritar
viva cristo rey, viva la hostia puta.
Por eso decía que las palabras transcurren
conforme a tu desolación, se acercan a tu cuello
y te arañan cual muchacha, sí, sí, encantadora.

LUIS MIGUEL RABANAL


domingo, 16 de septiembre de 2012

Un poema de Agustín Delgado. In memoriam.



OTRA VEZ MÁS

Siempre quedan los papeles llenos de metralla
encima de alguna mesa.
Pero más triste es morirse de hambre
y sin chaqueta y lejos de la patria.

Por eso hoy, Antonio Machado,
rasgo todos los versos,
todos los discursos de después de la comida
y me quedo en mi cuarto
mirando hacia afuera, mientras sigue la lluvia.

Por eso y porque es febrero,
tantas veces cuajado de nieve
pero tan pocas de copos de libertad.

Y porque el Volga
se deshiela a estas horas y en el Mediterráneo
llamean las aguas que te vieron morir.

Y también
por los dos versos
que encontraron en tu bolsillo y que dicen:
“estos días azules
y este sol de la infancia”.

Por sobre todo, padre mío,
porque estoy desnudo como los hijos de la mar.

AGUSTÍN DELGADO




viernes, 14 de septiembre de 2012

Dos poemas de Adam Zagajewski

YO NO ESTABA EN ESTE POEMA

Yo no estaba en este poema,
sólo había un charco puro y brillante,
pequeño ojo de lagartija, el viento
y la música de una armónica
que no se había pegado a mis labios.

***

LO QUE PASÓ

Lo que pasó había pasado antes.
Cuatro toneladas an las lágrimas secas
entre las hojas del herbolario.
Lo que pasó, se quedará con nosotros,
y crecerá y disminuirá.

Pero nosotros tenemos que vivir,
dice un castaño casi enmohecido.
Nosotros tenemos que vivir,
canta la langosta,
nosotros tenemos que vivir,
murmura el verdugo.

ADAM ZAGAJEWSKI

I

jueves, 13 de septiembre de 2012

Un poema de Juan Gelman, premio Leteo de este año

ORACIÓN DE UN DESOCUPADO

Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,!
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello

JUAN GELMAN


martes, 11 de septiembre de 2012

Sed, poema inédito



SED

A veces sólo está la sed desnuda
 calándote los huesos.
 Y un plato con las sobras de la cena.

A veces es de noche todo el día.
 Te despiertas a ciegas,
 buscando una ventana
 y rompes los cristales creyendo que estás vivo,
 que están vivas las nubes
 y el viento que las mueve,
 pero sólo hay paredes
 conteniendo el empuje de las luces del alba.

A veces las palabras
 no son más que esqueletos desmayados,
 que no sirven sino para escupir
 en el suelo inestable que apenas te sujeta.

A veces te recuerdo
 en medio de esta ausencia inacabable.

Y me falla la vida. 


lunes, 10 de septiembre de 2012

Un poema de Carmen Jodra

OREMOS

Líbranos de la pena porque ella
destroza el corazón larvadamente
y trae sombra a los ojos de los niños.

Líbranos de la dicha porque a ella
le siguen siempre penas que la hacen
aún más amarga que las penas mismas.

Líbranos del dolor que nos reduce
a tristes bestias de ojos humillados
que sólo buscan un rincón caliente.

Líbranos del placer que nos obliga
a creer que este mundo es dulce y bueno
justo hasta que salimos del encanto.

Líbranos del mal hado y la pobreza
que nos azotan con mano invisible
hasta que maldecimos nuestros nombres.

Líbranos del buen hado y la abundancia
que vierten la ponzoña gris del tedio
en la copa de oro del cinismo.

CARMEN JODRA

viernes, 7 de septiembre de 2012

Un poema de Luis García Montero

CANCIÓN 19 HORAS

¿Quién habla del amor? Yo tengo frío
y quiero ser diciembre.

Quiero llegar a un bosque apenas sensitivo,
hasta la maquinaria del corazón sin saldo.
Yo quiero ser diciembre.

Dormir
en la noche sin vida,
en la vida sin sueños,
en los tranquilizados sueños que desembocan
al río del olvido.

Hay ciudades que son fotografías
nocturnas de ciudades.
Yo quiero ser diciembre.

Para vivir al norte de un amor sucedido,
bajo el beso sin labios de hace ya mucho tiempo,
yo quiero ser diciembre.

Como el cadáver blanco de los ríos,
como los minerales del invierno,
yo quiero ser diciembre.

LUIS GARCÍA MONTERO



miércoles, 5 de septiembre de 2012

Un poema de A. Gamoneda

Sábana negra en la misericordia:
Tu lengua en un idioma ensangrentado.

Sábana aún en la sustancia enferma,
la que llora en tu boca y en la mía
y, atravesando dulcemente llagas,
ata mis huesos a tus huesos humanos.

No mueras más en mí, sal de mi lengua.
Dame la mano para entrar en la nieve.

ANTONIO GAMONEDA


martes, 4 de septiembre de 2012

Un poema de Giacomo Leopardi



EL INFINITO  (CANTO XII)

Amé siempre esta colina,
y el cerco que me impide ver
más allá del horizonte.
Mirando a lo lejos los espacios ilimitados,
los sobrehumanos silencios y su profunda quietud,
me encuentro con mis pensamientos,
y mi corazón no se asusta.
Escucho los silbidos del viento sobre los campos,
y en medio del infinito silencio tanteo mi voz:
me subyuga lo eterno, las estaciones muertas,
la realidad presente y todos sus sonidos.
Así, a través de esta inmensidad se ahoga mi pensamiento:
y naufrago dulcemente en este mar.

GIACOMO LEOPARDI
Versión de Carlos López S.


lunes, 3 de septiembre de 2012

Un poema de Vicente Gallego

SEPTIEMBRE 2

Es ahora la vida
esta extraña y frecuente sensación
de sopor y distancia,
y es también una luz que vela el mundo:
salir del caserón tras la comida,
recorrer bajo el sol la carretera
con los ojos ardientes de un verano
y sentarme en la roca frente al mar.
Abandonarme entonces
al sonido sin pausa de la tierra
mientras me vence el sueño algún instante
y me moja las sienes con su agua bendita.
Descubrir con asombro renovado
al pescador que vuelve cada tarde,
como vuelven las olas,
como vendrá la brisa con la noche.
y esperar otra vez sobre la roca,
abrumado en el centro de la vida,
a que la sombra inunde
lentamente mi sombra.

VICENTE GALLEGO


viernes, 31 de agosto de 2012

Un poema de Raquel Lanseros


LA MUJER HERIDA


Solamente si alguna vez amaste
con uñas y con dientes
sin red
sin salvavidas
aciertes a entender el vértigo insondable
que se extiende a los pies del desengaño.

Ella creyó encontrar la fuente del principio
cuando lo conoció, en medio de la tierra,
sin más escudo que su piel de hombre
bruñida por el sol igual que el oro viejo.

Lo amó sin precipicios ni preguntas
tiernamente, en silencio
con esa gratitud voluptuosa
que provoca la lluvia en primavera.

Todo era tan sencillo.
Los versos inflamados de poetas infinitos
parecían seguirla a todas partes
como si el corazón se hubiera convertido
en un fiel animal domesticado.

Porque no existe nada que perdure
una noche aprendió, como tantos lo hicieran
antes y después de ella,
que el amor es un río con cataratas propias
y remansos ajenos
que siempre desemboca en el océano.

Míralo de este modo: la vida te ha enseñado
siguiendo su costumbre de incansable maestra
cómo el alma dibuja
serenas cicatrices sobre viejas heridas.

RAQUEL LANSEROS

martes, 28 de agosto de 2012

En la frutería, poema inédito



EN LA FRUTERÍA


He visto en la frutería
que tienen en oferta esta semana
tu corazón
(Junto a los plátanos y las mandarinas)
Si me queda algo suelto
después de hacer las compras necesarias,
me llevaré un pedazo
para meterlo, de recuerdo,
en la pecera;
donde también hiberna
una tortuga.


lunes, 27 de agosto de 2012

Un poema de Begoña Abad

Mi abuelo no salió de su pueblo.
El pueblo tenía cuatro casas,
cuatro calles, cuatro caminos,
cuatro vecinos, cuatro perros.
No había en el ni obispos, ni ministros,
ni putas, ni altos cargos,
no había empresas, ni banca, ni iglesia
había.
En realidad no salió nunca de su molino.
Ya es casualidad que por aquel lugar,
remoto y olvidado,
acertara a pasar la vida.
Mi abuelo hablaba poco, pero sabía mucho.
Todo lo aprendió mirando la muela
que, implacable, con el mismo eterno
movimiento,
machacaba siempre el grano, hasta hacerlo
polvo.

BEGOÑA ABAD


jueves, 23 de agosto de 2012

Un poema de Pablo Casares

DIRECCIÓN

Ojalá que las imprudencias
se difuminen
sin mayor trascendencia
ni mayor contratiempo
que la de una convención rota.

Que un anodino hecho
nos descubra
una carretera secundaria

un permanente atajo
a la felicidad.

PABLO CASARES



martes, 21 de agosto de 2012

Un poema de Blas de Otero

¿ESO SERÁ LA POESÍA?

La poesía es una silla
donde sentarme frente al crepúsculo.
Una pistola con las cachas
de marfil y un cañón único.

La poesía es entreabrir
los ojos, dejar los brazos
caídos como dos mangas
vacías. Es, sin embargo...

La poesía es este lápiz
violeta, y esa chiquilla
que vende flores encarnadas.
¿Eso será la poesía?

La poesía es un cartel
clandestino, una proclama
contra todo. Es un estado
de excepción dentro del alma.

La poesía es esa silla
donde sentarme ante el poniente.
Una pistola con las cachas
de marfil y un tiro alegre.

BLAS DE OTERO




lunes, 20 de agosto de 2012

Un poema de José Ángel Valente

«SERÁN CENIZA...»

Cruzo un desierto y su secreta
desolación sin nombre.
El corazón
tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.

Hay una luz remota, sin embargo,
y sé que no estoy solo;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.

Toco esta mano al fin que comparte mi vida
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.

Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.

JOSÉ ÁNGEL VALENTE

viernes, 17 de agosto de 2012

Un poema de Leonard Cohen

QUÉ HAGO AQUÍ

No sé si el mundo ha mentido
Yo he mentido
Yo no sé si el mundo ha conspirado contra el amor
Yo he conspirado contra el amor
El clima de tortura no constituye ningún consuelo
Yo he torturado
Aunque no hubiera existido la nube en forma de hongo
habría odiado
Escuchadme
Yo habría hecho las mismas cosas
aunque no existiera la muerte
Me niego a que se me sujete como a un borracho
bajo el frío grifo de los hechos
Yo rechazo la coartada universal
Como un ninfomaníaco que ata a un millar
en una extraña hermandad
Yo espero
a que cada uno de vosotros confiese.

LEONARD COHEN

jueves, 16 de agosto de 2012

Un poema de José Hierro

PRELUDIO

Después de miles, de millones de años,
mucho después
de que los dinosaurios se extinguieran,
llegaba a este lugar.
Lo acompañaban otros como él,
erguidos como él
(como él, probablemente, algo encorvados).

A partir de onomatopeyas ,
de monosílabos, gruñidos,
desarrolló un sistema de secuencias sonoras.
Podría así memorizar sucesos del pasado,
articular sus adivinaciones,
pues el presente -él lo intuía- no comienza ni finaliza
en sí mismo, sino que es punto de intersección
entre lo sucedido y lo por suceder,
llama entre la madera y la ceniza.

Los sonidos domesticados decían
mucho más de lo que decían
(originaban círculos concéntricos
-como la piedra arrojada al agua-
que se multiplicaban, se expandían,
se atenuaban hasta regresar a la lisura y el sosiego):
y todos percibían su esencia misteriosa
que no sabían descifrar.

Con reverencia temerosa
escuchaban mensajes tan incomprensibles
como los de la llama, la ola, el trueno
(tal vez con la misma inquietud con que escuchamos al doctor
que diagnostica nuestro mal
utilizando tecnicismos nunca oídos,
de manera que no sabemos
si -impasible y profesional-
es nuestra muerte lo que anuncia
o es la vida).

Nadie comprendió entonces sus palabras.
Por eso andan, ahora, las palabras
pasando por los vientos,
ávidas de que alguno las recoja
siglos después de pronunciadas.
Y aquí están aguardando que alguno las escuche,
aquí en el lugar mismo en donde fueron pronunciadas,
aquí donde confluyen
Broadway y la Séptima Avenida.
Fue aquí donde él me vio,
donde narró la crónica
de este instante en que estoy evocándolo.
Aquí, entre anuncios luminosos,
en la ciudad de Nueva York.

JOSÉ HIERRO

De "Cuaderno de Nueva York"


martes, 14 de agosto de 2012

Cuestionario para poetas

Enlace al blog que Jorge Miguélez ha iniciado con un cuestionario de 10 preguntas -siempre las mismas- a distintos poetas. Ahí tenéis mis respuestas.
http://entrevistamiguelezapoetas.blogspot.com.es/2012/08/julia-conejo.html


lunes, 13 de agosto de 2012

No te conformes, poema inédito

NO TE CONFORMES

No me permitas soltar las herramientas.

No dejes que te anuncien
el fin de las labores de rescate.

Yo sé que estás ahí,
dentro del miedo.

No consientas que tire la toalla.

Dame una pista
para orientar la búsqueda.

Una señal de humo
que mantenga el rescoldo de la hoguera.

No te sientas aliviado si me marcho.

No te conformes con no tenerme cerca.

El viaje en el que estamos,
ya lo sabes,
termina de improviso.

Déjame que te encuentre.

Deja que te demuestre
que eres imprescindible y necesario,
como la sed y el hambre,
para sentir la vida desgarrándonos.

JULIA CONEJO




domingo, 12 de agosto de 2012

Un poema de Manuel García

BOURBON
(Intento de Blues)

Atraviesas la noche
tú solo en el vagón de un tren expreso
y empiezas a escribir este poema
con ritmo de vagón
mientras besas callado la petaca
de Bourbon. A lo lejos
hay luces que tililan y allí habrá
el fuego del amor reciente, cuerpos
cálidos abrazados. Y tú huyes
a través de la nieve, por raíles
voraces. El invierno
no te trató tan bien como debía
y piensas que cualquier andén es bueno
para quedarte allí
donde nadie te sepa mientras lames
tu herida como un perro.

Cuando sirven las calles para huir
y por las puertas entra sólo el miedo
y la ciudad tiene los ojos sucios
del vidrio y el orí; cuando sabemos
que tiene aristas finas el amor
y que corta el amor como el acero,
más vale huir, subir a cualquier tren
y recorrer paisajes sin nostalgia
llevándote lo puesto:
la mochila, algún libro, la petaca
de Bourbon, y llegar
a donde nadie sepa que estás muerto.

MANUEL GARCÍA



martes, 7 de agosto de 2012

Me pesa la pared. La casa entera. Un poema de Ana Vega

ME PESA LA PARED. LA CASA ENTERA

Me pesa la pared. La casa entera.
hay tanto espacio.
Me sobra todo.
Me falta
todo.
La casa es un océano desconocido.
El olor de la piel es blanco,
no se parece a nada,
no es nada,
ha perdido toda humanidad.
Ya no distingo
entre la pared
y la carne.
El silencio es brutal. Quema.
Sobrevivir no es salvarse.

ANA VEGA




domingo, 5 de agosto de 2012

Un poema de Ted Hughes

CUERVO MÁS NEGRO QUE NUNCA

Cuando Dios, asqueado del hombre,
se volvió cara al cielo,
y el hombre, asqueado de Dios,
se volvió cara a Eva,
todo pareció desmoronarse.

Pero Cuervo Cuervo
Cuervo los juntó clavándolos,
juntó el cielo y la tierra clavándolos-

Y entonces el hombre gritó, pero con la voz de Dios.
Y Dios sangró, pero la sangre del hombre.

El cielo y la tierra crujieron por la juntura
que empezó a gangrenarse y a heder-
un horror imposible de redimir.

La agonía no disminuyó.

El hombre no podía ser hombre, ni Dios, Dios.

La agonía

se intensificó.

Cuervo
sonrió burlonamente

gritando: "Esta es mi creación"

Enarbolando la bandera negra de si mismo.

TED HUGHES

miércoles, 1 de agosto de 2012

Un poema de Elena Medel

ESCRIBIRÉ QUINIENTAS VECES EL NOMBRE DE MI MADRE

Escribiré quinientas veces el nombre de mi madre.
Con un vestido blanco trazaré cada una de sus letras por las
paredes de mi dormitorio, por el suelo del patio del
colegio, por el pasillo de la casa más antigua. Para
recordar mi origen cada vez que yo viva.
En todos los lugares podré besar sus mejillas limpias de
cristal, aunque ella duerma lejos:
sus mejillas cercanas que me dolerán allá donde acaricie
su nombre escrito.
Tantos días, tantas noches habrá de alimentarme
amorosamente con su parábola descalza;
vendrá mi madre a arroparme, mujer de humo, con los ojos
tiritando de suerte,
y en cada sueño mis apellidos dolerán como un cartel de
bienvenida a un hogar diferente.
Sobre mi cabello, rubio como el de mi madre, la corona que
me ciño como hija primogénita de Dinamarca.
Me llamaré Vacía, en honor a mis muertos; miraré cómo
retozan de acrílico las palmas de mis manos, sangrará
mi lengua a disposici6n de mis muertos.
Gritaré quinientas veces el nombre de mi madre para quien
quiera escucharlo, y escribiré que bendigo este medio
corazón en huelga mío, pues no olvido:
nací para llorar la muerte de otros.

ELENA MEDEL

martes, 31 de julio de 2012

El deshielo imposible poema inédito



EL DESHIELO IMPOSIBLE

Has crecido en el viento y las libélulas.
Has plantado gacelas en el monte.
Las has regado con cáscara de almendra
y han volado contigo

no sé adonde.

Ahora tienes asfalto entre los labios,
pegajoso y oscuro,
te aprisiona
igual que una bandada de murciélagos.

Me miras.

Me cuentas, con los dedos de una mano,
el deshielo imposible de tu cuerpo.

Y el arroyo de todos tus recuerdos
se desborda
empapándome las piernas,
que se encogen de impaciencia y de deseo.

JULIA CONEJO

lunes, 30 de julio de 2012

Un poema de Jaime Gil de Biedma


NOCHES DEL MES DE JUNIO

Alguna vez recuerdo
ciertas noches de junio de aquel año,
casi borrosas, de mi adolescencia
(era en mil novecientos me parece
cuarenta y nueve)
porque en ese mes
sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña
lo mismo que el calor que empezaba,
nada más
que la especial sonoridad del aire
y una disposición vagamente afectiva.

Eran las noches incurables
y la calentura.
Las altas horas de estudiante solo
y el libro intempestivo
junto al balcón abierto de par en par (la calle
recién regada desaparecía
abajo, entre el follaje iluminado)
sin un alma que llevar a la boca.

Cuántas veces me acuerdo
de vosotras, lejanas
noches del mes de junio, cuántas veces
me saltaron las lágrimas, las lágrimas
por ser más que un hombre, cuánto quise
morir
o soñé con venderme al diablo,
que nunca me escuchó.
Pero también
la vida nos sujeta porque precisamente
no es como la esperábamos.

JAIME GIL DE BIEDMA

domingo, 29 de julio de 2012

Un poema de Vicente Martín



Digamos que éste fuera
el último poema que te escribo y que después
me anudara las manos para siempre,
te diría

que todo cuanto dije, si es que ha sido ficción, fue la utopía
más hermosa y real que nunca pude
jamás a imaginarme,

te hablaría
de lo duro que ha sido convivir entre murciélagos
cuyos besos dan asco,

pero ahora
no hablaría de ti ni escribiría otra cosa que no fueran
verdades como puños,
palabras desangrándose que no caben enteras en las líneas
de cien endecasílabos.

Te diría, pongamos, que hoy es viernes y estamos a once de febrero
y a estas horas del mundo nada tiene sentido
sino en ti,
que he comido en tu cuerpo de las mieles más agrias y bebido
los más dulces vinagres,
que he llegado hasta aquí y volvería a buscarte nuevamente
si el azar
se llenara de calles y de nombres
o no hubiera un lenguaje
con que expresar el gozo –o el pecado-que me miento
mintiéndome a mí mismo.

Si éste fuera
ese último poema que nunca escribiré
vivir sólo habría sido un adiós sin adiós
o un hasta luego.

VICENTE MARTÍN


viernes, 27 de julio de 2012

Un poema de Gsús Bonilla

COMO UN DIOS

puedes usar el corazón de precipicio,
y de latidos
las ganas de saltar;

en ocasiones
un traje de cemento
es lo más ligero para llevar de equipaje,
claro que, aunque todo esté perdido
siempre queda ropa impoluta
y sin arrugas
que al menos servirá en la mortaja

sin embargo, siempre fui...o
mejor dicho, yo soy más
de levantarme en las caídas
y resucitar

en los terceros días.

GSÚS BONILLA

miércoles, 25 de julio de 2012

Cinema Paradiso, poema inédito



CINEMA PARADISO

En tus ojos
escucho cada día
el estruendo del cine Paradiso
la mañana de su demolición.

En los míos,
un motín de miradas anhelantes
-vecinos y curiosos-
que ya llevaban años lamiendo la nostalgia.

Y ninguna cadena artesanal
de besos censurados
para colgarse al cuello
en las eternas noches que aún esperan.