martes, 29 de mayo de 2012

Un poema de César Vallejo



Y SI DESPUÉS DE TANTAS PALABRAS

¡Y si después de tantas palabras,
no sobrevive la palabra!
¡Si después de las alas de los pájaros,
no sobrevive el pájaro parado!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo y acabemos!

¡Haber nacido para vivir de nuestra muerte!
¡Levantarse del cielo hacia la tierra
por sus propios desastres
y espiar el momento de apagar con su sombra su tiniebla!
¡Más valdría, francamente,
que se lo coman todo y qué más da...!

¡Y si después de tanta historia, sucumbimos,
no ya de eternidad,
sino de esas cosas sencillas, como estar
en la casa o ponerse a cavilar!
¡Y si luego encontramos,
de buenas a primeras, que vivimos,
a juzgar por la altura de los astros,
por el peine y las manchas del pañuelo!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo, desde luego!

Se dirá que tenemos
en uno de los ojos mucha pena
y también en el otro, mucha pena
y en los dos, cuando miran, mucha pena...
Entonces... ¡Claro!... Entonces... ¡ni palabra!

CÉSAR VALLEJO

jueves, 24 de mayo de 2012

Arte. Poema inédito.



ARTE

Amapolas silvestres destruidas,
convertidas en técnica pictórica,
en mesurado equilibrio de pinceles.

Hasta el viento obedece
y se deja cazar
con una frágil mezcla de azules
y de blancos
que anulan su rugido ingobernable
y la soberanía que otorga
la invisibilidad.

La belleza mordiendo la retina
con la voracidad salvaje
de las plantas carnívoras
que salen en los cuentos.

Y fuera

un lilar abandonado,
desnudo
bajo el peso del invierno.

Esperando que llegue su momento,
fugaz e irrepetible
como el vuelo insaciable de unos labios
alrededor de un beso.




domingo, 20 de mayo de 2012

Un poema de "Zonas comunes", poemario de Almudena Guzmán

Sentado en una roca,
entre el azul del cielo
y el azul de mar,
el hombre de Neandertal
hacía recuento
pero no le salían las cuentas.
Mi cerebro es más grande
que el del Homo sapiens,
he corrido y cazado tanto como él
y en vez de robar al amigo enfermo,
su práctica habitual,
le he abrigado con mis mejores pieles.
En algo he fallado,
Se lamentaba el hombre
de Neandertal,
el primer justo entre los justos.
El primer perdedor de la Tierra.

ALMUDENA GUZMÁN

jueves, 17 de mayo de 2012

Puertas. Poema inédito.



PUERTAS



La puerta ya estaba cerrada
antes de que los albañiles
levantaran
los cimientos del edificio,
antes –incluso-
de que el arquitecto
diseñara los planos.

La puerta ya estaba cerrada

antes,

mucho antes
de que alguien te explicara
la utilidad de las puertas,
los candados, los cierres de seguridad,
los párpados,
para evitar la intromisión
de almas externas.

JULIA CONEJO

domingo, 13 de mayo de 2012

El cordón, un poema de Billy Collins

EL CORDÓN

El otro día mientras me dedicaba a rebotar lentamente
por las paredes azules de esta habitación,
yendo de la máquina de escribir al piano,
de la estantería a un sobre que estaba en el suelo,
di a parar a la sección C del diccionario
donde mis ojos fueron a caer en la palabra cordón.

Ninguna galleta mordisqueada por un novelista francés
podría retrotraerte al pasado tan de repente -
un pasado donde me sentaba en un banco de trabajo en un campamento
junto al profundo lago Adirondack
aprendiendo a trenzar tiras finas de plástico
para hacer un cordón, un regalo para mi madre.

Nunca había visto a nadie usar un cordón
o llevar uno puesto, si eso es lo que se hacía con ellos,
pero esono evitó que yo entrecruzara
hebra sobre hebra una y otra vez
hasta que hice un compacto
cordón rojo y blanco para mi madre.

Ella me dio la vida y leche de sus pechos,
y yo le regalé un cordón.
Ella me dio el pecho en más de una sala de espera,
me dio cucharadas de medicina,
colocó paños fríos en mi frente,
y luego me mostró el camino hacia la luz etérea

y me enseñó a caminar y nada,
y yo, a cambio, la obsequié con un cordón.
Aquí tienes miles de comidas, dijo,
y aquí tienes ropa y una buena formación.
Y aquí tienes tu cordón, contesté,
que hice con un poco de ayuda del monitor.

Aquí tienes un cuerpo que respira y un corazón que late,
fuertes piernas, huesos y dientes,
y dos ojos limpios para leer el mundo, susurró ella,
y aquí, dije yo, está el cordón que hice en el campamento.
Y aquí, deseo decirle ahora
tienes un regalo más pequeño -no la ancestral verdad
de que nunca puedes corresponderle a tu madre,
sino el compungido reconocimiento de que cuando
cogió de mis manos el cordón a dos colores,
estaba tan seguro como pueda estarlo un chaval
de que esta cosa sin valor e inservible que trencé
de puro aburrimiento sería suficiente para quedar en paz con ella.

jueves, 10 de mayo de 2012

Un poema de "Anaqueles sin dueño". Un libro de Pedro A. González Moreno

PAISAJES DEL AMOR Y DE LA MUERTE

En todos los lugares donde nunca estuvimos
nos precedieron siempre
la muerte y el amor.
Llegaron mucho antes a la cita,
como una amante dócil
que prepara las sábanas o afila los cuchillos
y se sienta a esperar. Con su paciencia
de novia tejedora, siempre llegan
primero, y nos esperan mientras tejen
ese traje improbable, de deseo o de sombras,
que quizá nos pondremos.

A veces, sin embargo, al lugar de esa cita
antes que el cuerpo llega la memoria
y por eso después, inexplicablemente,
recordamos. Por eso
sentimos la nostalgia de esas calles que nunca
recorrimos sin prisa;
o el roce fantasmal de aquel abrazo
que jamás se hizo carne.
A veces llega antes la memoria.
Por eso recordamos heridas que no sangran
o besos nunca dados
en aquella improbable geografía
donde estuvo esperándonos la muerte o donde pudo
suceder el amor.

PEDRO A. GONZÁLEZ MORENO

domingo, 6 de mayo de 2012

Vosotros y yo. Poema de Muñecas recortables



VOSOTROS Y YO

Para vosotros
soy

maquinista en un tren
con las ruedas de azúcar.

Coreógrafa
de una comparsa
de tortugas bailarinas.

Abadesa Mayor
en un desfile
de cofrades diminutos
que recorren con tambores
el pasillo de la casa.

Para vosotros invento
aguaceros desarmados
de refresco de naranja.

Mañanas de luna llena.

Ojos de pan y galleta
que no destilan nostalgia.

Y me abrocho las heridas
con botones de colores
que adornan vuestra mirada.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Otras veces, poema de Ángel González



OTRAS VECES

Quisiera estar en otra parte,
mejor en otra piel,
y averiguar si desde allí la vida,
por las ventanas de otros ojos,
se ve así de grotesca algunas tardes.

Me gustaría mucho conocer
el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras,
comprobar si el pasado
impregna los tejidos del mismo zumo acre,
si todos los recuerdos en todas las memorias
desprenden este olor
a fruta madura mustia y a jazmín podrido.

Desearía mirarme
con las pupilas duras de aquel que más me odia,
para que así el desprecio
destruya los despojos
de todo lo que nunca enterrará el olvido.


ÁNGEL GONZÁLEZ