lunes, 30 de diciembre de 2013

El hambre de estar vivo, un poema de Muñecas recortables

EL HAMBRE DE ESTAR VIVO

Algún arroyo ha tenido
que brotarte del pecho
en las tibias mañanas de verano
que peinaron tus sueños.

Algún sordo rencor
has debido de escupir
entre los pliegues absurdos que el dolor
ha dibujado
a la orilla del río
en el que agonizaban
docenas de cangrejos.

No hay oración que te hayamos escuchado,
ni recuento de imágenes amables
que alivien el avance
implacable de las llamas.

Y no te hemos oído gritar
que estás aquí,
como siempre,
despejando las hierbas del camino,
aunque tu silueta
sea sólo una sombra que se va desgastando
poco a poco
al rozar las paredes.

No te hemos visto mordiéndote las uñas
hasta arrancarte los dedos
uno a uno.

Ni hemos sentido tu piel erosionada
con los zarpazos
del hambre
de estar vivo.

JULIA CONEJO ALONSO




sábado, 14 de diciembre de 2013

Un microrrelato de Fermín López Costero

LOS APARECIDOS


Con frecuencia, pero también cuando menos lo espero, se me aparecen mis padres. Tras el susto inicial, el miedo va dejando paso a un sentimiento de impotencia y de rabia, porque, por más empeño que pongo, nunca consigo comuni-carme con ellos. Me gustaría decirles, sobre todo, que los echo mucho de menos, que me cuesta asumir que aquel desgraciado accidente me haya privado de su compañía.
Luego, cuando desaparecen, me quedo durante horas muy triste, abrazado a las flores que amorosamente han depositado sobre mi lápida.

FERMÍN LÓPEZ COSTERO


viernes, 15 de noviembre de 2013

Un poema de Gioconda Belli

PAISAJE LUNAR

Hace tiempo que vivo en un paisaje lunar.
Un paisaje lunar alumbrado por la sonrisa de una niña
Y la fantasía de un hombre que se sueña feliz a mi lado.
De puntillas llevo mi tristeza
La traslado escondida como contrabando
De un extremo del día al extremo de la noche.
En mi tristeza está el fuego que me he robado y que oculto
De esas miradas inocentes que no saben que sobrevivo
Sólo para ellas.

GIOCONDA BELLI


lunes, 11 de noviembre de 2013

Un poema de Leopoldo María Panero

EL CIRCO

Dos atletas saltan de un lado a otro de mi alma
lanzando gritos y bromeando acerca de la vida:
y no sé sus nombres. Y en mi alma vacía escucho siempre
cómo se balancean los trapecios. Dos
atletas saltan de un lado a otro de mi alma
contentos de que esté tan vacía.
Y oigo
oigo en el espacio sonidos
una y otra vez el chirriar de los trapecios
una y otra vez.
Una mujer sin rostro canta de pie sobre mi alma,
una mujer sin rostro sobre mi alma en el suelo,
mi alma, mi alma: y repito esa palabra
no sé si como un niño llamando a su madre a la luz,
en confusos sonidos y con llantos, o bien simplemente
para hacer ver que no tiene sentido.
Mi alma. Mi alma
es como tierra dura que pisotean sin verla
caballos y carrozas y pies, y seres
que no existen y de cuyos ojos
mana mi sangre hoy, ayer, mañana. Seres
sin cabeza cantarán sobre mi tumba
una canción incomprensible.
Y se repartirán los huesos de mi alma.
Mi alma.
Mi hermano muerto fuma un cigarrillo junto a mí.

LEOPOLDO MARÍA PANERO


martes, 24 de septiembre de 2013

"Poética", un poema de ¿Para qué sirve el frío?

POÉTICA

No soy, como Celaya,
artesana del verso.
No busco plenitud en las palabras
ni la inmortalidad.

Soy egoísta y manipuladora:
Utilizo el lenguaje
cuando lo necesito,
cuando me falta el aire,
cuando noto que ha dejado de trotarme
la sangre por las venas.

Igual que los diabéticos
se inyectan insulina.

No es arte, ni altruismo.
No es conciencia social,
ni egolatría.

Es solo instinto de supervivencia.

JULIA CONEJO





viernes, 9 de agosto de 2013

Un poema de Eduardo Chirinos

EL DÍA EN QUE PERDIMOS A PLUTÓN


Le seguía en orden a Saturno (el que devoraba
a sus hijos) y a Urano (la bóveda del cielo).
Después de él no había nadie: la canción se
terminaba y otra vez comenzaba el silencio.
Era divertido memorizar planetas. Entonces
eran nueve (ni más ni menos que las musas)
y con un modesto telescopio se podían ver
algunas noches. Pero Plutón era imposible.
Su reino era el Hades. Allí vivía, refunfuñando
en un planeta que nadie se atrevía a visitar.
De niño lo imaginaba gigante y barbudo,
el más celoso e implacable guardián de
los infiernos. Por algo decían que no era
buen tipo. Su luna era Caronte y además
le había hecho esa maldad a Proserpina.
¿Qué era eso de raptarla y dejarnos en la
blanca miseria del invierno? Los astrónomos
son gente vengativa. Su reino duró apenas
unos años, casi los mismos que vivió mi padre.
El día en que perdimos a Plutón las tiendas
abrieron como siempre. Hacía un poco de frío.

EDUARDO CHIRINOS


lunes, 5 de agosto de 2013

Un poema de Rafael Escobar

NUEVOS Y REVELADORES DATOS SOBRE LA INUTILIDAD DE LA POESÍA

En el S.XIII, San Francisco de Asís,
anarquista inconsciente de sí mismo,
dio otra vuelta de tuerca a la heterodoxia espiritual
como inventor del milagro estético, dudosamente utilitario,
y es que antes del místico de Perugia,
los prodigios eran un protocolo de insufrible pragmatismo:
que si la tormenta me ha destrozado la techumbre del granero,
que si mi hija tiene pústulas rojas en la boca,
que si me he muerto,
toda una usurpación burda e interesada de las potencias divinas
como si Dios fuera un papá barrigudo y dominguero
que mata el tiempo con ñapas, con chapuzas de bricolaje
para los inoperantes niños de sus ojos,
pero el buen padrecito no: dialogar con los peces del lago Rieti,
cantar a dúo con las cigarras, hacer hablar a los pájaros….
¿cómo, a cuento de qué
ese despilfarro gratuito de efectos mágicos,
de poderes ultraterrenos que mejor podrían invertirse
en multiplicar honra y patrimonio?.
Porque es bello.
Se convirtió Francisco así, siglos antes que San Juan de la Cruz,
En el primer reivindicador de la dignidad de lo inservible,
Y detrás de él vinimos todos los demás,
Los poetas cenizos que ofendemos la memoria colectiva,
la democracia y el sentido común,
Con apuntes terribles sobre el cierzo que nadie nos pidió,
Cúlpenlo a él, pues, y déjennos tranquilos,
fabulando nuestros cantos de sirena para no advertir
Que hace tiempo nos travestimos en tan nadie
Que ningún poder se toma ya la molestia de asesinarnos.

RAFAEL ESCOBAR SÁNCHEZ


miércoles, 31 de julio de 2013

Un poema de José Luis Puerto

Yo conozco el jadeo
de la respiración,
los vaivenes del asma en las alcobas.
Maderas entregadas a lo oscuro,
geometrías de catres,
estampas enmarcadas.
Y el pálpito del hombre
que pierde
entre sus labios el hilo del aire.
Entonces, las palabreas del amparo:
-Abuelo, no se apure.

JOSÉ LUIS PUERTO


lunes, 22 de julio de 2013

un poema de Luisa Castro

INOCENCIA

Se acabó la inocencia.
Era una bebida empalagosa y breve,
una comida exótica,
ahora ya lo sé.

La probé.

De esas cosas que se toman un día
y siempre las recuerdas,
de esa gente que te encuentras
y no vuelves a ver.

Nunca sabrás lo que pasaría
en el banco de la inocencia.
Con los pies colgando
allí sólo vive la gente que no recuerdas,
lo que nunca ha pasado.

Te sentaste un momento
a escuchar desde lejos la orquesta.
Era duro y solitario
el banco de la inocencia.
Demasiada prisa en volver
como para no olvidarte algo.

Ahora ya lo sabes,
la inocencia es esa gente
que se quedó tu chaqueta.

LUISA CASTRO



viernes, 12 de julio de 2013

Un poema de "Los ojos del extraño", de Vicente Gallego

LAS TARDES

Ya casi no recuerdo las mañanas,
su tiempo azul y claro,
lejos quedan, perdidas en colegios
o en piscinas extrañas e indolentes.

Porque sentimos duro el despertar
retrasamos ahora
la luz que nos fatiga los despegados ojos.
Y es un destino oscuro el de las tardes,
en ellas aprendí que llegará la noche,
y que es inútil
cualquier esfuerzo por burlar la historia
equivocada y triste de los años.
He vivido en la espera absurda de la vida,
cuando he gozado
ha sido con reservas; amé creyendo en el amor
que habría luego de venir, y que faltó a la cita,
y renuncié al placer por la promesa
de una dicha más alta en el futuro incierto.

Pero los días, al pasar, no son
el generoso rey que cumple su palabra,
sino el ladrón taimado que nos miente.
Con su certeza
nos convierte la edad en más mezquinos,
nos enseña a amar lo que nos duele,
las cosas más pequeñas, aquello que ahora somos
y tenemos: la música suave, nuestros cuerpos,
el calor de la estancia y el cansancio.
Buscamos la derrota de las tardes, su tregua
en la exigencia vana de una gloria
que ya no nos seduce. Nos convierte
la edad en más obscenos, y aceptamos
cualquier regalo aunque parezca pobre:
esa boca gastada por el uso, tan dulce aún,
el fuego antiguo y leve de la carne,
los viejos libros, los amigos justos,
un poema mediocre, pero nuestro,
y la costumbre extraña
de ser al fin felices en la sombra.

Es un destino oscuro el de las tardes,
pero también hermoso
y breve como el paso de los hombres.

VICENTE GALLEGO


jueves, 27 de junio de 2013

Paisaje con niñas, un poema de Peces transparentes

PAISAJE CON NIÑAS

Esther y yo.

Escondidas dentro de una llanura interminable.

El suelo es ocre,
a juego con los gorros.

Los abrigos abrochados hasta arriba.

Lo mismo que los labios,
que no recuerdan ya cuántas palabras
van a tener que guardarse entre los dientes
algún día lejano.

Los ojos no aparecen en la foto,
porque están recorriendo no se sabe
qué países de piel de caramelo.

Esther y yo.

Dentro de una llanura interminable.

JULIA CONEJO ALONSO




sábado, 22 de junio de 2013

Un poema de Lorenzo Oliván

EL ROSTRO DE LAS COSAS

Nunca mires las cosas
tan solo con tus ojos.
Intenta imaginar en tu interior
cómo se miran ellas a sí mismas.
¿Un charco gris con luna
es solo un charco? ¿El viento que hace un alto
en su camino deja de ser viento?
¿La madera de un árbol vuelto mueble
ya no siente los nervios que la cruzan?

Todo tiene otro rostro, y no es el rostro
jamás de lo aparente. Cada cosa,
asomada a lo que es nos da la espalda
y se abisma en saber qué esconde dentro.

Asómate a ese vértigo sutil
en que la irrealidad se hace evidencia.
La más común ceguera de este mundo
es ver tan solo lo que todos ven.

LORENZO OLIVÁN


miércoles, 19 de junio de 2013

Un poema de Pessoa



SI MUERO PRONTO

Si muero pronto,
Sin poder publicar ningún libro,
Sin ver la cara que tienen mis versos en letras de molde,
Ruego, si se afligen a causa de esto,
Que no se aflijan.
Si ocurre, era lo justo.

Aunque nadie imprima mis versos,
Si fueron bellos, tendrán hermosura.
Y si son bellos, serán publicados:
Las raíces viven soterradas
Pero las flores al aire libre y a la vista.
Así tiene que ser y nadie ha de impedirlo.
Si muero pronto, oigan esto:
No fui sino un niño que jugaba.
Fui idólatra como el sol y el agua,
Una religión que sólo los hombres ignoran.
Fui feliz porque no pedía nada
Ni nada busqué.
Y no encontré nada
Salvo que la palabra explicación no explica nada.

Mi deseo fue estar al sol o bajo la lluvia.
Al sol cuando había sol,
Cuando llovía bajo la lluvia
(Y nunca de otro modo),
Sentir calor y frío y viento
Y no ir más lejos.

Quise una vez, pensé que me amarían.
No me quisieron.
La única razón del desamor:
Así tenía que ser.

Me consolé en el sol y en la lluvia.

Me senté otra vez a la puerta de mi casa.
El campo, al fin de cuentas, no es tan verde
Para los que son amados como para los que no lo son:
Sentir es distraerse.

ALBERTO CAEIRO  (Versión de Octavio Paz)


viernes, 7 de junio de 2013

Un cuento de Beatriz Osés

DIFÍCIL EQUILIBRIO

En el bosque de cometas hay un balancín de madera. Uno de los asientos ya está ocupado. En el que queda libre se han subido veinticinco niños formando una torre muy alta. Los más grandes se han colocado abajo, los chiquitos, arriba. Pero el balancín no se ha movido. Así que otros veinticinco niños se han montado en el mismo asiento. Y todos han contenido la respiración mientras el otro extremo del balancín se despegaba del suelo... Poco después, los cincuenta y uno consiguen el difícil equilibrio. Bastaría con que una mariposa diminuta se posara sobre uno de los niños para que el rinoceronte tocara el cielo.

BEATRIZ OSÉS


jueves, 6 de junio de 2013

Un poema de Raymond Carver

SANGRE

Éramos cinco a la mesa de juego
sin contar al croupier
y su ayudante. El hombre
de junto a mí tenía los dados
en la mano.
Se sopló los dedos, dijo:
¡Vamos pequeños! y se inclinó
sobre la mesa para tirar.
En ese momento, una sangre roja brotó
de su nariz, salpicando
el verde paño de fieltro. Soltó
los dados. Se echó hacia atrás pasmado.
Y luego aterrorizado cuando la sangre
corrió por su camisa abajo.¡Dios mío!
¿qué me está pasando?
gritó. Se agarró a mi brazo.
Oí funcionar los motores de la Muerte.
Pero en aquella época yo era joven,
y estaba borracho, y quería jugar.
No tenía por qué escuchar.
Así que me largué.No me volví ni siquiera,
ni encontré esto dentro de mi cabeza, hasta hoy.

RAYMOND CARVER


lunes, 27 de mayo de 2013

Un poema de José Manuel Díez

LOS POETAS ADAM ZAGAJEWSKI Y WISLAWA SZYMBORSKA ELABORAN UN CATÁLOGO DE INSERVIBLES PARA EL SIGLO XXI

Objetos inmortales, pero que no nos sirven
Adam Zagajewski

Habrá libros en blanco, ciudades sumergidas,
perfumes que no alcancen ser paisaje.
Lienzos acuchillados, flor de alambre, ala sola
y relojes de arena sin arena.
(Pero esto no es nada)

También habrá verdades temerosas,
dentaduras de nadie sonriendo en un vaso,
el brillo de la luna tras el humo.
Zapatillas impares, previsiones erradas,
cerraduras cruciales cuyas llaves no existen.
(Pero esto no es todo)

Habrá justos poemas
que nunca los leerán quienes debieran.
Olvido donde el hombre precise de memoria.

JOSÉ MANUEL DÍEZ


domingo, 19 de mayo de 2013

Un poema de Ariadna G. García

Te prometo mi asombro,
la mirada
virginal y curiosa
de los gatos,
dos ojos sin historia.

Juro
descubrirte a diario,
sorprenderme,
hechizarme
como quien llega y parte
de un país extranjero.

ARIADNA G. GARCÍA


sábado, 11 de mayo de 2013

Jaquemate: "Peces Transparentes"

Jaquemate: "Peces Transparentes":   Heridas. Ya sabes, no es sencillo caminar todo el día con las heridas puestas. Donde acaba el dolor -si es que termina- nac...

domingo, 28 de abril de 2013

Un poema de Princesa Inca

Volverán las oscuras golondrinas
y los martes de sangre,
la boca equiparada a un dolor,
la tez extraña y perseguida,
el monstruo en la mejilla y en el fondo de los ojos,
tres mil golpes con la forma de una noche errática,
tres mil golpes para la mujer y su sexo,


volverán las oscuras golondrinas,
y las madrugadas de hambre,
y los laberintos ausentes,


volverán las retinas extasiadas de joderse,
los huesos frágiles,
los viajes lejanísimos,
la autoridad de las palabras,
el océano de crímenes,
la bola del mundo en las manos blancas,
las uñas mordidas,
la estancia cuadrada y sucia,
el desorden en el estómago,
el vidrio en las lágrimas largas,


volverán los robots del corazón hermético, censurado,
intolerable, vencido, ausente de sí,
volverán besos y errores de guillotina,
armarios que atrapan el latir de las venas,
enormes silencios, vaciados túneles en la lengua y el alma,


volverán las oscuras golondrinas retomando la muerte para mí,
Medea incorregible yo, temblorosa, rara, astuta, inútil
sentenciada, colérica
equivocando una y mil veces el sitio y la hora,
el nombre y la piel,
la quimera y la prisa, los ojos y el origen,


porque volverán, volverán las oscuras golondrinas...


Volverán.

PRINCESA INCA


miércoles, 24 de abril de 2013

Un poema de Roger Wolfe

GRACIA

¿Cómo ser poeta en nuestro tiempo?
Y digo estar en estado de gracia
que es de donde surge la poesía.
No somos Fray Luis, ni Santa Teresa,
ni San Juan de la Cruz. Somos más bien
como ese personaje de El zoo de cristal,
de Tennessee Williams, que trabajaba
en una fábrica de zapatos, y allí fue sorprendido
garabateando versos en las cajas.
Se quedó sin trabajo, por supuesto.

Este mundo en que vivimos
es como una fábrica. ¿Quién se saca
poemas de la manga con todo este barullo?
Yo mismo he dicho muchas veces
que la poesía se oculta en todas partes.
Pero escribir poesía es ver con el oído.
Y ya no vemos nada. No hay quien vea
lo que oye, ni oiga lo que piensa,
en medio de este sucio mar de ruido.

ROGER WOLFE


jueves, 18 de abril de 2013

Un poema de José María Conejo

SONETO DE CUMPLEAÑOS

Hoy cumples junto al mar catorce abriles.
Su inocente y humilde caravana
termina de llegar esta mañana
por su ruta de cielos infantiles.

Ahora empiezas a andar otros carriles.
La vida, inexorable soberana,
te impone ya otra meta más lejana
que no incluye trabajos tan gentiles.

Como el mar no te fija derrotero
y es el canto a llevar tan indeciso,
tendrás tú que encontrar sola el sendero

e inventar la canción será preciso.
Si el amor es tu norte verdadero
aún podrás recobrar el paraíso.

JOSÉ Mª CONEJO


miércoles, 17 de abril de 2013

Un poema de Mayakovski

¿SE ATREVE?

Yo emborroné el mapa de lo vulgar
vertiendo la pintura de un vaso.
En un plato de gelatina mostré
lo pómulos oblicuos del océano.

En las escamas de un pez de hojalata
leí la llamada de nuevos labios.
Y usted
¿se atreve
a tocar un nocturno
en la flauta de los canalones?

VLADIMIR MAYAKOVSKI



miércoles, 3 de abril de 2013

Un poema de "mi padre, el rey", último libro de Gsús Bonilla

3.
a veces
no la oigo respirar
(me refiero a la realidad)

y lo mejor de todo... me devuelve la alegría.

me agasaja el desamparo
de muchos etcéteras
que viven y colean alrededor.

imagina
no llevar nunca
nada a cabo
y desbaratar una y otra vez
cualquier propósito
hasta llegar a buen puerto;
luego entonces,
amar desesperadamente
el violento resultado.

¿sabes?

poseo las herramientas necesarias
para este proceso


GSÚS BONILLA


miércoles, 27 de marzo de 2013

Pastillas para no llorar, poema inédito

PASTILLAS PARA NO LLORAR

Nos cuenta en el café
una compañera
que ha estado en la farmacia
para comprar unas pastillas
que le impidan llorar y emocionarse
el día de su jubilación.

Yo pienso que nos está tomando el pelo
y le sigo la broma.
Pero nadie en el grupo se sonríe,
ni se sorprende siquiera.
Comentan con naturalidad la decisión,
que consideran lógica.
Incluso mencionan nombres
de algún medicamento que conocen
con esta utilidad.

Yo despierto de un sueño.

Comprendo, estupefacta,
que todo el sufrimiento sostenido
durante tantos años
se debe a una cuestión de mala asesoría médica.

Como el que aguanta los dolores
de cabeza
porque no se le ha ocurrido preguntar
si existen las aspirinas.

JULIA CONEJO




domingo, 17 de marzo de 2013

Un poema de Ester Folgueral

CONOZCO EL AGUA

Conozco el hambre del agua cuando duerme
entre estrellas en una charca oscura.
Conozco la vasija donde se hace el hombre,
el brillo de los renacuajos que lamen la luz,
las extrañas visiones de la niebla,
las edades del agua,
la fuerza del agua esculpiendo el mundo,
la humildad oscura transformada en diamantes.
Lo que siempre comienza.
lo que nunca termina.
Lo que canta en el agua.

ESTER FOLGUERAL


sábado, 2 de marzo de 2013

Un poema de Ángel Guinda

NO SÉ QUÉ ES UN POEMA

No sé qué es un poema.

¿Un poema es la fórmula de una sed de infinito?
¿EL reguero de sombras que deja toda huida?
¿El luto o polvareda de lo que ya no está?

No sé que es un poema.

¿Un poema es la nube tensamente impalpable
a la que uno se agarra si cae desde el vértigo?
¿Es la soga de luz con la que ahorcarse uno?

¿Un poema es la nada que nada en lo imposible?
¿Es lo que dice o lo que no dice?

Uno escribe el poema sin saber que lo escribe,
sin saber lo que escribe.

¡No sé que es un poema!

ÁNGEL GUINDA


viernes, 22 de febrero de 2013

Un poema de Bukowski

SIEMPRE NOS PIDEN QUE ENTENDAMOS

Siempre nos piden que entendamos
El punto de vista de los otros
Sin importar si es anticuado
Necio
Asqueroso.

A uno le piden
Que entienda
Amablemente
Todos los errores de los otros,
Sus vidas desperdiciadas,
Sobre todo si son de edad avanzada.

Pero su edad es lo único
En lo que nos fijamos.
Han envejecido mal
Porque han vivido sin enfoque
Se han negado a ver .
¿Que no es culpa suya?

Se me pide que oculte
Mi opinión ante ellos
Por miedo a su miedo.

La edad no es un crimen
Pero la vergüenza de una vida
Deliberadamente desperdiciada
Entre tantas vidas
Deliberadamente desperdiciadas

Sí lo es.

CHARLES BUKOWSKI


sábado, 16 de febrero de 2013

Un poema de Rubén Mielgo

REUNIÓN

Somos muchísimos pocos.

Hijos de las altas cumbres
donde los caballos azules
y los sigilosos lobos
preservan intacto
el secreto de la realidad.

Nada tenemos
salvo este momento.

Las raíces de nuestra casa
las calzan nuestros zapatos
y están unidas al cielo
por nuestros sueños.

Nuestro oficio
es el mismo que el de La Tierra.

Cuando nacimos
ocupamos el trono de Dios
y lo pusimos a funcionar,
dando las gracias
en un idioma
en el que gracias
y madre
quieren decir la misma cosa.

El que ama
se asomó al mundo
y se encontró ante un millón de caminos.
Alborotó a las estrellas con los peces.
Miró por un agujero de gusano
y vio mariposas.

El que no supo amar
aceleró su paso sobre el acero.
Se instaló en la guadaña
de la luna menguante.
Quería ser y ya lo era,
y no había modo de hacerle bajar.

En nuestra soledad
ganamos todas las guerras
sin obtener ninguna victoria.
Esperamos,
como quien finge que no espera nada
bajo la lluvia de la noche más larga.

Este fue nuestro campo de batalla,
hasta que el camino
se hizo ancho sobre la hierba
y caminamos,
caminamos sin hacer nada por evitarnos.

Desde que tenemos memoria,
hemos visto a nuestros semejantes
ser conducidos como mansos
de matadero en matadero.

Desde que tenemos memoria
hemos visto derrumbarse imperios
con la ligereza de una pluma de nieve
resbalando entre los dedos de la luz.

Las nubes se abrazan en paz
y no hay misterio
En paz se aprende
que la razón es un continente con fisuras
del que la energía escapa, entre los trazos,
hacia las estrellas.

Nuestro cuerpo nos vincula a creer
que el cielo son las puertas
de los lados de las cajas.
En realidad
todo movimiento es acertado.
La paz es una realidad vibrante
en el campo de danza de las fuerzas.
La paz es la liberación
del universo cuando se toca.

¿Qué estamos mirando cada uno?
Sobre los pilares de mañana no hay luna.

La mirada es una vida recién nacida
en medio de las ruinas,
una vida asombrada de sí misma
por haber regresado
sin haberse ido nunca,
espléndida y vacía bajo las estrellas.

Ahora sabemos
que todos nuestros sueños
forman parte de los sueños de la humanidad,

que basta la mirada nueva
para que el mundo
ponga color a una flor,

para que hayamos
dejado de ser orillas,

y juntos,
de la mano y desnudos,

nos estemos dando este baño de vida
en el Océano Mayor.

RUBÉN MIELGO



lunes, 11 de febrero de 2013

Un poema de Armando Álvarez Bravo

UNA ROCA

Ignoro el nombre,
el valor de esta roca
que recogí de niño.

Nunca he querido
saber nada de ella.

Basta que sea sólo eso:
una roca
y que siempre me acompañe,
alegrando silenciosa, deslumbrante,
hoy mi mesa de trabajo,
mañana un librero
o cualquier otro sitio de la casa
que de pronto la necesite.

No sé nada de esta roca:
ella conoce toda mi vida.

ARMANDO ÁLVAREZ BRAVO


lunes, 4 de febrero de 2013

Un poema de Cecilia Quílez

Esta dulce mentira siempre hambrienta
no me da nada a cambio.
Cierro los ojos.
Salgo sin manzana y sin agua a la vida
cómo un tránsito obligado.
Mi perro entiende mejor esto.
Paseo por la misma calle cada mañana
y veo un ciego caminando muy deprisa.
Tengo los ojos abiertos y el dolor acude a ellos.
Las lágrimas caen sumisas en el pavimento.
Hay un charco de preguntas.
Mi perro orina en él,
entiende que eso es la vida.
Cierro los ojos.
Aún busco algo de caridad en la belleza,
busco en la inquietud anegada por el hambre.
Hoy el ciego camina más lento y roza mis párpados:
Ha dejado caer una manzana.

CECILIA QUÍLEZ




viernes, 1 de febrero de 2013

Un poema de José Ángel barrueco

UN POEMA DE FICCIÓN

imagino a mi madre
tiempo después de esta pesadilla

se acerca y me dice:
tu hermana le cantó las cuarenta a vuestro padre.
tu hermano se pegó con él, a puñetazos, una vez.
tú ya no le hablas, pero eso quizá no sea suficiente.
no quiero más violencias ni dispuestas ni peleas,
pero, tras todas estas injusticias,
tras todos estos malos ratos,
tras todos estos malos tratos,
tras las humillaciones y el hambre,
tras hacernos la vida imposible, ¿qué vas hacer?, dime,
¿cómo vas a ajustarle las cuentas? ¿dejarás que se salga con la suya?,
¿permitirás que se ría a tus espaldas y hable mal de nosotros?

me imagino a mí mismo, en silencio, meditando

mi madre insiste:
¿vas a hacer algo?

en mi sueño, reflexiono
luego digo:
sí, voy a hacer algo.

ella:
¿el qué?

yo:
le aplastaré con mis versos.

JOSÉ ÁNGEL BARRUECO




miércoles, 30 de enero de 2013

Un poema de Vicente Muñoz

OLVIDAR LAS OSCURAS GOLONDRINAS

Ser poeta en la calle
en el metro
en el supermercado
olvidar las oscuras golondrinas
llamar a las cosas por su nombre
y dirigirse al pueblo
impedir que la poesía
se convierta en algo inútil
cargarla de pólvora
y apuntar certero al blanco

evitar que te alcance
la explosión.

VICENTE MUÑOZ ÁLVAREZ


sábado, 26 de enero de 2013

Heridas, un poema de Peces transparentes.

HERIDAS

Ya sabes,
no es sencillo
caminar todo el día con las heridas puestas.

Donde acaba el dolor
-si es que termina-
nace el cansancio de arrastrar las cicatrices
a la vista de todos.

Pero no aceptes nunca
la ofrenda fraudulenta
de aliviarte del peso
que te harán muchas veces.

Nadie quiere cargarse con heridas extrañas.

Guárdalas en bolsillos,
tápalas con sonrisas
o exhíbelas, si las piernas te respaldan,
con sus muescas
y con sus desniveles.
Sin esconder ni un solo palmo de fracaso.

Ya lo sé, es complicado
moverse por el mundo con las heridas puestas.

Aún así, 
no te las quieras despegar  como si fueran
una calcomanía.

Algún día, te pasarás la mano por la piel
y no sabrás distinguir lo que está liso 
de lo que está mordido.

JULIA CONEJO




miércoles, 23 de enero de 2013

Un poema de Francisca Aguirre

FRONTERA

Yo, que llegué a la vida demasiado pronto,
que fui-que soy-la que se anticipó,
la que acudió a la cita antes de tiempo
y tuvo que esperar en la consigna
viendo pasar el equipaje de la vida
desde el banco neutral de la deshora.

Yo, que nací en el treinta, cuando es cierto
-como todos sabéis-que nunca debí hacerlo,
que hubiera yo debido meditarlo antes,
tener un poco de paciencia y tino
y no ingresar en este tiempo loco
que cobra su alquiler en monedas de espanto.

Yo, que vengo pagando mi imprudencia,
que le debo a mi prisa mi miseria,
que hube de trocear mi corazón en mil pedazos
para pagar mi puesto en el desierto,
yo, sabedlo, llegué tarde una vez a la frontera.

Yo, que tanto me había anticipado,
no supe anticiparme un poco más
(al fin y al cabo para pagar
en monedas de sangre y de desdicha
qué pueden importar algunos años).
Yo, que no supe nacer en el cuarenta y cinco,
cometí el desafuero, oídlo,
de llegar tarde a la frontera.

Llegué con los ojos cegados de la infancia
y el corazón en blanco, sin historia.

Llegué (Señor, qué imperdonable)
con nueve años solamente.

Llegué, tal vez al mismo tiempo que él
pero en distinto tiempo.
No lo supe.
(Oh tiempo miserable e injusto.)
Estuve allí-quizá lo vi-
Pero era tarde.
Yo era pequeña
y tenía sueño.
Don Antonio era viejo
Y también tenía sueño.
(Señor, qué imperdonable:
haber nacido demasiado pronto
y haber llegado demasiado tarde.)

FRANCISCA AGUIRRE


lunes, 14 de enero de 2013

Un poema de "Mano invisible", último libro de Adam Zagajewski

CASA FAMILIAR

Vienes aquí como un extraño,
pero esta es tu casa familiar.
Los groselleros, los manzanos y los cerezos no te
 reconocen.
Un árbol magnánimo prepara con tranquilidad
un nuevo lanzamiento de nueces,
y el sol, como un estudiante de primero nervioso
está ocupado en colorear atentamente las sombras.
El comedor imita la cripta de un sepulcro,
aquí ya no hay ningún eco conocido,
las antiguas conversaciones no han perdurado.
Allí, donde seguramente se concibió
tu vida, tartamudea un televisor ajeno.
Y en el sótano se encuentra el almacén de la oscuridad,
desde que te fuiste todas las noches
se han apiñado como el estambre de un viejo jersey
en el que anidan gatos salvajes.
Vienes aquí como un extraño
pero esta es tu casa familiar.

ADAM ZAGAJEWSKI


viernes, 11 de enero de 2013

Pato, de Blas de Otero

PATO

Quién fuera pato
para nadar, nadar por todo el mundo,
pato para viajar sin pasaporte
y repasar, pasar, pasar fronteras,
como quien pasa el rato.
Pato.
Patito vagabundo.
Plata del norte.
Oro del sur. Patito danzaderas.

Permitidme, Dios mío, que sea pato
¿Para qué tanto lío,
tanto papel,
ni tanta pamplina?
Pato.

Mira, como aquél
que va por el río
tocando la bocina…

BLAS DE OTERO


jueves, 3 de enero de 2013

Un poema de Paul Auster

FRAGMENTO DESDE EL FRÍO

Porque nos volvemos ciegos
en el día que nace con nosotros,
y porque hemos visto a nuestro aliento
nublar
el espejo del aire,
el ojo del aire no se abrirá
sino en la palabra
hecha renuncia: el invierno
habrá sido un lugar
de madurez.

Nosotros, convertidos en los muertos
de otra vida que la nuestra.

PAUL AUSTER