viernes, 22 de febrero de 2013

Un poema de Bukowski

SIEMPRE NOS PIDEN QUE ENTENDAMOS

Siempre nos piden que entendamos
El punto de vista de los otros
Sin importar si es anticuado
Necio
Asqueroso.

A uno le piden
Que entienda
Amablemente
Todos los errores de los otros,
Sus vidas desperdiciadas,
Sobre todo si son de edad avanzada.

Pero su edad es lo único
En lo que nos fijamos.
Han envejecido mal
Porque han vivido sin enfoque
Se han negado a ver .
¿Que no es culpa suya?

Se me pide que oculte
Mi opinión ante ellos
Por miedo a su miedo.

La edad no es un crimen
Pero la vergüenza de una vida
Deliberadamente desperdiciada
Entre tantas vidas
Deliberadamente desperdiciadas

Sí lo es.

CHARLES BUKOWSKI


sábado, 16 de febrero de 2013

Un poema de Rubén Mielgo

REUNIÓN

Somos muchísimos pocos.

Hijos de las altas cumbres
donde los caballos azules
y los sigilosos lobos
preservan intacto
el secreto de la realidad.

Nada tenemos
salvo este momento.

Las raíces de nuestra casa
las calzan nuestros zapatos
y están unidas al cielo
por nuestros sueños.

Nuestro oficio
es el mismo que el de La Tierra.

Cuando nacimos
ocupamos el trono de Dios
y lo pusimos a funcionar,
dando las gracias
en un idioma
en el que gracias
y madre
quieren decir la misma cosa.

El que ama
se asomó al mundo
y se encontró ante un millón de caminos.
Alborotó a las estrellas con los peces.
Miró por un agujero de gusano
y vio mariposas.

El que no supo amar
aceleró su paso sobre el acero.
Se instaló en la guadaña
de la luna menguante.
Quería ser y ya lo era,
y no había modo de hacerle bajar.

En nuestra soledad
ganamos todas las guerras
sin obtener ninguna victoria.
Esperamos,
como quien finge que no espera nada
bajo la lluvia de la noche más larga.

Este fue nuestro campo de batalla,
hasta que el camino
se hizo ancho sobre la hierba
y caminamos,
caminamos sin hacer nada por evitarnos.

Desde que tenemos memoria,
hemos visto a nuestros semejantes
ser conducidos como mansos
de matadero en matadero.

Desde que tenemos memoria
hemos visto derrumbarse imperios
con la ligereza de una pluma de nieve
resbalando entre los dedos de la luz.

Las nubes se abrazan en paz
y no hay misterio
En paz se aprende
que la razón es un continente con fisuras
del que la energía escapa, entre los trazos,
hacia las estrellas.

Nuestro cuerpo nos vincula a creer
que el cielo son las puertas
de los lados de las cajas.
En realidad
todo movimiento es acertado.
La paz es una realidad vibrante
en el campo de danza de las fuerzas.
La paz es la liberación
del universo cuando se toca.

¿Qué estamos mirando cada uno?
Sobre los pilares de mañana no hay luna.

La mirada es una vida recién nacida
en medio de las ruinas,
una vida asombrada de sí misma
por haber regresado
sin haberse ido nunca,
espléndida y vacía bajo las estrellas.

Ahora sabemos
que todos nuestros sueños
forman parte de los sueños de la humanidad,

que basta la mirada nueva
para que el mundo
ponga color a una flor,

para que hayamos
dejado de ser orillas,

y juntos,
de la mano y desnudos,

nos estemos dando este baño de vida
en el Océano Mayor.

RUBÉN MIELGO



lunes, 11 de febrero de 2013

Un poema de Armando Álvarez Bravo

UNA ROCA

Ignoro el nombre,
el valor de esta roca
que recogí de niño.

Nunca he querido
saber nada de ella.

Basta que sea sólo eso:
una roca
y que siempre me acompañe,
alegrando silenciosa, deslumbrante,
hoy mi mesa de trabajo,
mañana un librero
o cualquier otro sitio de la casa
que de pronto la necesite.

No sé nada de esta roca:
ella conoce toda mi vida.

ARMANDO ÁLVAREZ BRAVO


lunes, 4 de febrero de 2013

Un poema de Cecilia Quílez

Esta dulce mentira siempre hambrienta
no me da nada a cambio.
Cierro los ojos.
Salgo sin manzana y sin agua a la vida
cómo un tránsito obligado.
Mi perro entiende mejor esto.
Paseo por la misma calle cada mañana
y veo un ciego caminando muy deprisa.
Tengo los ojos abiertos y el dolor acude a ellos.
Las lágrimas caen sumisas en el pavimento.
Hay un charco de preguntas.
Mi perro orina en él,
entiende que eso es la vida.
Cierro los ojos.
Aún busco algo de caridad en la belleza,
busco en la inquietud anegada por el hambre.
Hoy el ciego camina más lento y roza mis párpados:
Ha dejado caer una manzana.

CECILIA QUÍLEZ




viernes, 1 de febrero de 2013

Un poema de José Ángel barrueco

UN POEMA DE FICCIÓN

imagino a mi madre
tiempo después de esta pesadilla

se acerca y me dice:
tu hermana le cantó las cuarenta a vuestro padre.
tu hermano se pegó con él, a puñetazos, una vez.
tú ya no le hablas, pero eso quizá no sea suficiente.
no quiero más violencias ni dispuestas ni peleas,
pero, tras todas estas injusticias,
tras todos estos malos ratos,
tras todos estos malos tratos,
tras las humillaciones y el hambre,
tras hacernos la vida imposible, ¿qué vas hacer?, dime,
¿cómo vas a ajustarle las cuentas? ¿dejarás que se salga con la suya?,
¿permitirás que se ría a tus espaldas y hable mal de nosotros?

me imagino a mí mismo, en silencio, meditando

mi madre insiste:
¿vas a hacer algo?

en mi sueño, reflexiono
luego digo:
sí, voy a hacer algo.

ella:
¿el qué?

yo:
le aplastaré con mis versos.

JOSÉ ÁNGEL BARRUECO