ALAS
Un día también fui joven,
como esas muchachas que hoy recelan
de mi aspecto
y evitan cruzarse conmigo
echando a volar como libélulas.
Un día, yo también lucí alas espléndidas,
capaces de elevar mi espíritu
por encima del filo homicida
de las cordilleras.
Pero hoy, aquellas alas está desnutridas
y su plumaje se encuentra sucio y ajado.
Inservibles están
para emprender ningún vuelo.
Recogidas sobre mi espalda,
pronto se desplegarán por última vez
cuando hayan de servirme de mortaja.
FERMÍN LÓPEZ COSTERO
Un día también fui joven,
como esas muchachas que hoy recelan
de mi aspecto
y evitan cruzarse conmigo
echando a volar como libélulas.
Un día, yo también lucí alas espléndidas,
capaces de elevar mi espíritu
por encima del filo homicida
de las cordilleras.
Pero hoy, aquellas alas está desnutridas
y su plumaje se encuentra sucio y ajado.
Inservibles están
para emprender ningún vuelo.
Recogidas sobre mi espalda,
pronto se desplegarán por última vez
cuando hayan de servirme de mortaja.
FERMÍN LÓPEZ COSTERO
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