viernes, 29 de enero de 2016

Un relato de César Gavela

DE MUCHACHO SE INVENTÓ UN MUNDO

Donde estaban todos los países, tal y como los vemos en el mapa. Pero le añadió uno que solo él controlaba. Recorrió la ciudad muchas veces y encontró en los descampados del norte una zona donde instaló su estado independiente y pequeño. Aún más pequeño que la Ciudad del Vaticano, en este caso apenas treinta hectáreas. Ya en su casa, dibujó las calles, las fronteras, el palacio presidencial, un edificio administrativo, el campo de fútbol de la selección nacional de Estia, el nombre del país del que era presidente. Organizó un censo, llegaban a tres mil personas. Hizo las genealogías de esas familias, rastreó los estios que vivían fuera de su país, y así pasó varios años feliz, centrado en esa fiesta grande de las cosas pequeñas. Mientras tanto, al otro lado de Estia, sucedía un mundo que era mucho menos real: el de su casa y sus padres, el de su trabajo como administrativo en la estación del ferrocarril. El de un hombre sin amor.

CÉSAR GAVELA


viernes, 15 de enero de 2016

Un poema de Itziar Mínguez Arnáiz

EN EL METRO

Es una conversación banal
prescindible
aburrida
es más
da la impresión de que hablan por hablar

y eso es lo que te produce un escalofrío
pensar en el triste destino de esas palabras
cuyo único fin es
tapar el silencio.

ITZIAR MÍNGUEZ ARNÁIZ


miércoles, 13 de enero de 2016

Un poema de Manuel González

CREO

Creo en la verdad desbordada en tu pecho.
Los cristales empañados del coche
cualquier noche entre semana.
En la luna de Panero
y el banco del parque
que no traiciona mis cuentas.
En las jornadas de puertas abiertas.
La biblioteca que compartimos.
Los ceros a la izquierda
y el resultado final
donde perdemos los mismos de siempre.

Creo en los bares de buena muerte
llenos de gente con la verdad esposada.
En las cartas sin postdata
porque ya está todo escrito.
En perder varias cabezas por tu misma causa
y el denominador común de nuestras bocas.
En no salir vivo de este poema.
Los pequeños sonidos de la casa.
Las películas que vemos a medias
bajo la manta verde
y la novena compañía
peleando por la libertad de otros
a cambio de llamarles exiliados.

Creo en los necios
porque mi silla no necesita su respaldo.
En vaciarme hasta volver a mi punto de encuentro.
En el ejemplo de los poetas malditos
y esas cosas tuyas
que todavía me sorprenden.

MANUEL GONZÁLEZ