martes, 26 de julio de 2016

Palabras mágicas, un poema de "Peces transparentes"



PALABRAS MÁGICAS

Los domingos, mi abuela no nos daba
la propina.

Nos daba la “Rinconada”,
que no era ningún premio, sino un ritual
de gestos y palabras
que había que seguir, paso por paso,
para no desmontar la expectación
y mantener envuelta la mañana
en novedad y misterio.

Tapada hasta las cejas en la cama.
Los párpados cerrados
de forma fraudulenta
Y ella fingiendo aprovechar el sueño
para meter debajo de la almohada
algún sobre-sorpresa,
un cuento del tamaño de su mano
o una tira de cromos de palmar
con purpurina por encima.

Ni aquella Hada Madrina
que ayudó a Cenicienta,
de haber tenido que repetir su hazaña
todas las semanas,
hubiera sido capaz de mantener
la magia y la ilusión
con la misma maestría y eficacia
que mi abuela,
Aunque ella no llegase a sospechar
(no obstante la experiencia relatada)
sus innata habilidad
para la hechicería.

JULIA CONEJO



sus innata habilidad
para la hechicerí
a

2 comentarios:

  1. De visita en tu blog.Te invito a leerme.caminante caminemos.blogspot.com.
    Mi saludo con infinito respeto.

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  2. EL VOTO DE LA ABUELA

    En aquellos tiempos, la fecha con más cruces
    en el calendario de mi abuela
    era la destinada a depositar su voto en la urna electoral.

    La jornada de elecciones se vestía antes que nadie,
    y con toda su documentación, sobres y papeletas
    en mano, aguardaba con avidez –¡nunca sois puntuales!–
    que pasáramos a recogerla para ir.

    Pero luego, más que el atractivo del sufragio, era
    su ilusión por departir con viejos camaradas,
    el encanto de saludar a nietos de sus amigas
    pasmosamente crecidos o emparejados,
    su gratitud por arrimarse al corazón genuino de la vida,
    lo que sublimaba tan emotivo acto de lealtad
    hacia quienes ya no estaban allí para contarlo.

    Y después, ya en casa, casi siempre le caía alguna lágrima
    al evocar ese atroz varapalo del hambre, la humillación
    y el presidio.

    * * *

    Las décadas sucumben pronto a los recuerdos.

    Yo no sé si aún sigue habiendo gente
    con esa misma pasión por las elecciones.

    Pues desde que murió mi abuela
    no he vuelto a ir a votar.

    (poema de mi libro "Pasadizos y Murallas" (Vitruvio, 2016)
    ÁLVARO CÉSAR LARA
    www.mequedaresinentenderlo.blogspot.com
    alvarocesarlara@gmail.com

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