martes, 31 de julio de 2018

Un poema de "La célula de oro" de Sharon Olds

ESE MOMENTO

Casi hace demasiado tiempo para recordarlo,
sucedió cuando era una mujer sin hijos,
una persona de verdad, como una figura en pie en el campo,
solitaria, oscura frente a la cosecha tenue.
Los niños estaban allí, eran figuras sombrías
fuera de la valla, indistinguibles como
masas informes y lejanas con rostros en el crepúsculo.
No recuerdo, una vez más,
el momento en que me giré para llevármelos, el talón
que gira en la tierra, aplastando las cabezas de los
tallos de trigo bajo el pie, el
cuerpo que oscila súbitamente alrededor como la
figura plana de una veleta al
girar cuando el viento cambia. No
recuerdo el viaje desde el centro del campo hasta el límite
o el chasquido de la valla como la rotura de las
fronteras del mundo, o mi salida por
completo del campo roturado y el llevármelos
en los brazos como tú te llevarías
las claras y las yemas de los huevos en los brazos cayendo
pegajosas sobre ti, con manchas, limosas,
glaseándote. No puedo recordar ese
instante en el que les entregué mi vida
como alguien que de pronto entregara su vida a Dios
y permanecí con ellos fuera del universo
y después como un dios me di la vuelta y los traje al mundo.

SHARON OLDS

jueves, 26 de julio de 2018

"Nombres que imprimen carácter", un poema de "Te robo los recuerdos"

NOMBRES QUE IMPRIMEN CARÁCTER

Hay un retrato de mi tatarabuela
-Ana Muñiz-
que nos vigila
con esa dignidad en blanco y negro
de las mujeres que se sabían fuertes
y nunca lo olvidaban.
Ni siquiera -o especialmente-
en ese raro instante en que el fotógrafo
la obligaba a distorsionar el rostro
en un gesto artificioso y esforzado.

Ana Muñiz manejaba una tienda,
una casa, varias vidas.
Nunca bajó la guardia.

Mi abuela llevó su nombre
en homenaje a ella.

También mi madre.

Y mi hermana.

Anas todas.
Todas fuertes y grandes en carácter.

Con la misma dignidad,
aunque en color, de su predecesora.

Y yo me llamo Julia.
Julia.

Estoy acostumbrada a repetirlo
porque nadie me oye a la primera.

JULIA CONEJO


viernes, 8 de junio de 2018

Un poema de "Sarajevo" de Izet Sarajlic

TEORÍA DE LA DISTANCIA

La teoría de la distancia la han inventado los estrictos,
aquellos que no quieren arriesgar en nada.

Yo pertenezco a aquellos
que creen que del lunes
se debe hablar el lunes;
es probable que el martes sea demasiado tarde.

Obviamente es difícil estando en la cantina,
mientras caen los proyectiles,
escribir poesía.

La única cosa más difícil es no escribir.

IZET SARAJLIC


miércoles, 30 de mayo de 2018

Un fragmento de "Concierto para violín y cuerpo roto" de Ana Isabel Conejo

SEGUNDO MOVIMIENTO

Despertar de la anestesia no es como despertar del sueño.
Cada mañana la conciencia llama respetuosa
a la puerta, y espera
que lleguen poco a poco los colores, el tacto,
la memoria,
se infiltra
muy dulcemente en la respiración
y empieza a entrelazar, como ella sabe,
el pasado a la trama
del día nuevo.
Despertar de la anestesia no es como despertar del sueño.
Es un martirio de instantánea lucidez.
Llega de golpe.
Llega de golpe la vida y se te mete dentro y no pregunta.
No pregunta si quieres.
Te toma de rehén. Y lo recuerdas todo.
De golpe sabes todo lo que tanto
te has esforzado en no saber.
No quiero.
No quiero estar aquí. Frío en los huesos,
violines bien hundidos en la carne,
y yo no quiero. Cántame una canción de hilanderas,
cuéntame un cuento de brujas.
Engáñame con la ternura y sus bombillas doradas
balanceándose en la noche como en una
verbena onírica. Dime que traerás mantas
para este miedo helado
que me estremece. Engáñame,
tú que me reinventaste tantas veces,
no me sueltes así
en medio de la luz. [...]

ANA ISABEL CONEJO


lunes, 14 de mayo de 2018

Un poema de "El espejo discreto" de Ana Pérez Cañamares

Aunque yo lo olvide todo
que mi palabra no olvide
pelear por su utilidad:

como cuando mi madre
poco antes de morir
agarró mi brazo
y me dijo al oído:
"de una casa sin alegría
hay que salir corriendo".

No sé si recordaba que yo era su hija.
No sé si sabía su propio nombre.
Por eso sé que sus palabras
eran la palabra de Dios.

ANA PÉREZ CAÑAMARES



viernes, 11 de mayo de 2018

Un poema de "Micrografías" de Irene Sánchez Carrón



Porque os outros têm medo mas tu nao
SOPHIA DE MELLO



Todos quieren caminos que conduzcan a Roma,
pero tú no.
Tu viajas hacia el norte, donde aguardan los bárbaros,
al centro del combate, al dolor de la herida.
Tú prefieres veredas sin nombre hacia el asedio
y atraviesas los cauces ignorando los puentes.
Tú buscas pasadizos de luz en la tormenta
y conduces la sed al rumor de las fuentes.
Tú celebras la lluvia que nos devuelve al barro
y vas hacia la vida como hacia la victoria.
Todos quieren caminos que conduzcan a Roma,
se rinden, se acomodan o piden una tregua,
pero tú no.

IRENE SÁNCHEZ CARRÓN


miércoles, 2 de mayo de 2018

Un poema de "Oír la luz" de Eloy Sánchez Rosillo

DE LA NATURALEZA DE LAS COSAS

De qué manera tan irrepetible
ha ido hilvanando la naturaleza
todas las cosas que mis ojos ven
precisamente ahora, en este día
hermosísimo y único del mundo.
En principio, parece la mañana
una mañana igual que cualquier otra,
pero ninguna ha habido como ésta,
ni tampoco ha de haberla en el futuro.
Todo es distinto siempre, y prodigiosa
tanta diversidad casi impensable.
El mar, el cielo, el aire, aquellos montes
que la distancia desdibuja, el álamo
encendido de sol, la golondrina
que vuela en el jardín de un lado a otro
y que con entusiasmo inagotable
traza sus garabatos en la luz.
Toda cosa en sí misma, y el conjunto
de cuanto miro, se me muestran hoy
como ya nunca más han de mostrarse,
y también los contemplo yo de un modo
que el instante genera y va extinguiendo.
Hay en esto un misterio muy profundo
(que aunque nos da sosiego, nos aboca
a la inquietud de una insondable sima),
algo que no es azar y que gobierna
el todo y cada parte y cada una
de sus combinaciones infinitas
con poderosa y amorosa ley.
El ser testigo fascinado, absorto,
de tanta maravilla esta mañana,
me conmueve y me llena el corazón
de alegría y consuelo.

ELOY SÁNCHEZ ROSILLO






lunes, 30 de abril de 2018

Un poema de "Digan adiós a la muchacha" de Alba Flores

YA CRECISTE

Ya creciste,
ya tienes el armario ordenado por estaciones y
los libros colocados por autores.
Tus amigos te sonríen desde el corcho,
tienen los cuerpos prendidos con chinchetas
y no se quejan.
Hay una agenda sobre la mesa
-ahora es importante no olvidar jamás las cosas-,
las tapas de cuero,
las hojas con fechas,
las citas con el dentista, los exámenes,
el casero que viene dentro de dos días.
Productos para el cuidado del cabello en la bañera,
botecitos de crema para cuidar la corteza.

Ya creciste,
pero no sufras.
¿Acaso no crecen también los árboles
y no lloran?

ALBA FLORES ROBLA


viernes, 23 de marzo de 2018

"Mujeres descalzas", un poema de "EL bolso de Mary Poppins"

MUJERES DESCALZAS

Me asustaban las filas
de mujeres descalzas
con abrigos de paño
y una vela encendida entre las manos.


No entendía por qué,
pero cuando pasaban por delante
me encerraba la cara
en algún recoveco del cuerpo de mi madre.


Sentía que la boca
se llenaba de barro
y que las cucarachas abrían galerías
partiendo de las plantas de mis pies.


No era un temor infantil
que se acallase
con palabras amables
ni con chicles de fresas.


La semana pasada,
cuando llegó la hora de la cena en el geriátrico
y yo me despedía de un pariente lejano,
el pasillo se llenó de mujeres calzadas,
que no llevaban velas,
y formaban una hilera
de sueños desahuciados.


Y si hubiera tenido
a mi lado a mi madre,
me hubiera refugiado
al fondo de su abrigo.


Porque hay temores
que siempre van descalzos
delante de nosotros,
aunque pasen los años.

JULIA CONEJO


martes, 20 de marzo de 2018

Un poema de "Documentum" de Sara Herrera Peralta

LOS ABRAZOS

Se besan los jóvenes
en el metro y en las calles
y no recuerdo el momento preciso
en que aprendía a dar los besos.
Tenés la mirada más sincera
que he visto en mi vida,
me dijo una vez un camarero,
y yo siempre me pregunto
si de verdad es posible hablar
con las pestañas
o pedir que te quieran para siempre,
soñar que podemos cambiar
lo que ya vivimos.
Lo que yo siempre he querido
han sido las manos de mi madre
cuando estaba enferma y las acercaba
a la frente, me acariciaba el pelo,
me explicaba dónde tenía que ponerme
el termómetro o la crema.
Hacerse mayor no es ya tan divertido
ni es fácil echar tanto de menos.
He aprendido a besar
pero prefiero los abrazos,
prefiero sobre todo los abrazos alegres,
los tristes, los doloridos, los abrazos que
tienen miedo, los abrazos nostálgicos,
los abrazos con saudade, los abrazos que
dicen la verdad.

SARA HERRERA PERALTA


viernes, 9 de marzo de 2018

Un poema de "Lo seco" de Isabel Bono

CADA TARDE LA MISMA CANCIÓN

cuando los niños se iban a sus casas
yo me sentaba bajo el muro del rompeolas
con los brazos cruzados
esperando a que subiera la marea,
esperar era mi juego

las babosas negras brillaban para nada
los gritos de mi madre brillaban para nada

con la espalda apoyada en el muro
sentada tercamente sobre la arena negra
y sin apartar la vista del horizonte
yo esperaba detener la marea.

ISABEL BONO


martes, 6 de marzo de 2018

Un poema de "Chocar con algo" de Erika Martínez

HOMBRE ADENTRO

La tarde bosteza y se desmaquilla
sobre la superficie del pantano.
Justo antes de rendirse el cielo
arriesga un brillo de celofán
y el aire es una madre de puntillas
que se retira del dormitorio.

¿Por qué vuelven las cosas que se fueron
desordenándolo todo,
igual que una pelota de colores
salida de la nada?

Acabo de romper con una piedra
la pantalla narcótica del agua
y he recordado a aquel demente
que abrió de un golpe su televisión
tratando de sacar al hombrecito
que gritaba allí dentro.

ERIKA MARTÍNEZ



jueves, 1 de marzo de 2018

Un poema de "Todo el oro del día" de Eugénio de Andrade

TRES O CUATRO SÍLABAS

En este país
donde se muere de corazón incompleto
dejaré tan solo tres o cuatro sílabas
de cal viva junto al agua.

Es lo único que me queda
y el bosque inocente de tu pecho
mi desvariado y dulce y frágil
pájaro de las arenas borradas.

Qué extraño oficio el mío
buscar a ras de tierra
una hoja entre el polvo y el sueño
húmeda aún del primer sol.

EUGÉNIO DE ANDRADE


viernes, 23 de febrero de 2018

Un poema de "Cómo escribir una canción de amor" de Sholeh Wolpé

Mamá dice entierra
tus vergonzosas historias
en lo más hondo del hígado
llévatelas contigo
a la tumba.

Pero un hígado sobrecargado
explota en la oprimida
quietud de la tierra, envenena

los gusanos, el agua,
el terreno, la cosecha que persigue
al sol, que nutre a nuestros hijos.

SHOLEH WOLPÉ


martes, 20 de febrero de 2018

Un poema de "Todo lo zurdo" de Víctor M. Díez

Sacrifico mis intenciones mirando el ocaso.
El ritual ante otros ojos, me ayuda.
Ya no me doy cuenta, me retraso.
Desconozco los riesgos de cada acto.
Hundirme, quedarme absorto ante lo que aprendí
y ya había olvidado, es mi manera de avanzar.
El desorden de la inmediatez. Una sucesión
de equipajes a medio abrir como almanaque.
No hay quien ande por este sótano
de memoria, nunca me acuerdo de la bombilla.

VÍCTOR M. DÍEZ


viernes, 9 de febrero de 2018

Un poema de "Historia de un alma" de Antonio Praena

LA ALEGRÍA

¿Y si morir no nos entristeciera?
Ni Platón ni el cristianismo
hubieran sido necesarios.
La historia de Occidente se funda en la tristeza
que nos causa la muerte
de la que no sabemos nada
porque todo lo ocupa.
Yo elijo la alegría
no de vivir, que acaso es más estúpida,
sino de imaginar que todo esto
será olvidado para siempre,
que un día no será durante nunca,
que tampoco está siendo en este instante.

ANTONIO PRAENA


martes, 6 de febrero de 2018

Un poema de "Asimetría" de Adam Zagajewski


ACERCA DE MI MADRE

Acerca de mi madre no sabría decir nada,
cómo repetía vas a lamentarlo
cuando ya no esté, y yo no creía
ni en ya ni en no esté,
cómo me gustaba mirarla leyendo una novela de moda,
yendo directamente al último capítulo,
cómo en la cocina, donde pensaba que no era un lugar
adecuado para mí, preparaba el café del domingo,
o, lo que era aún peor, un filete de bacalao,
cómo esperaba a que llegaran los invitados y se miraba
al espejo, haciendo aquella cara que la protegía tan bien
de mirarse cómo era realmente (por lo que parece, eso
lo cogí de ella, igual que otras debilidades),
cómo hablaba con soltura de las cosas
que no eran su fuerte, y cómo tontamente
la hacía rabiar, como aquel día que se comparó
con Beethoven, al perder el oído,
y yo le dije, cruel, pero sabes, él
tenía talento, y cómo me lo perdonaba todo
y cómo lo recuerdo todo, y cómo volé de Houston
a su entierro y no supe decir nada,
y sigo sin saberlo.

ADAM ZAGAJEWSKI




viernes, 2 de febrero de 2018

Dos poemas de "Palabras para viajar" de Ana Alonso (Ana Isabel Conejo)

ADIÓS

A veces decir adiós cuesta tanto trabajo
como levantar la mano en clase
aunque te sepas la pregunta.

A veces sólo quieres que los demás no noten
que tú aún sigues ahí.

Hasta que te das cuenta
de que siendo tú mismo
no le haces daño a nadie.

Entonces estás listo
para mirar al día
a los ojos
y decir alto: "Yo no quiero esto"

Alto y claro.
Y te vas
en busca de otros días,
de otras gentes.

Te vas.
Así de fácil.


VERANO

Al final de los túneles del miedo
yo siempre me imagino
que me espera el verano.

Chirridos de cigarras,
brisa caliente y húmeda,
y un mar tan verde
que me hace sonreír.

Sé que está ahí, a la vuelta.
Porque el verano,
pase lo que pase,
siempre vuelve.

Incluso cuando crees
que todo se acabó.

ANA ALONSO







miércoles, 31 de enero de 2018

Un poema de "El arrecife de las sirenas" de Luna Miguel

BAÑO EN EL LAGO DE SLOTERPARK


quería que la primera vez que vieras el mar 
fuera en el sur
concretamente en el cabo de gata
más concretamente aún en el arrecife de las 
sirenas
o en aquella cala hecha de escombros
entre las salinas y la fabriquilla
donde una vez en primavera tuve que lanzar
 rosas al azul
quería eso y fui egoísta
porque en vez de celebrar tu cuerpo en la arena
de cualquier playa divertida
yo quise llevarte a la de un recuerdo íntimo
mirarte vivo allí donde miré la muerte
y bautizar aquel encuentro
como una casualidad artificial pero memorable
sin embargo
el destino quiso que tus ojos se toparan en 
agosto
con el agua extranjera del mar del norte
y con el barro de los canales holandeses donde los patos
baten sus alas levantando las mismas gotas
que salpiqué sobre tu tripa
el último día de vacaciones en sloterpark
fue allí donde descubrí que el arrecife
es un lugar que sólo existe en mi cabeza
una imagen hecha de sal y espuma
que lo inunda todo y se parece a tu mirada
da igual la cantidad de veces
que te hubiera imaginado en el mar de los deseos
creo que lo que me libera del miedo y de la muerte
es verte vivo en todos mis paisajes

LUNA MIGUEL




miércoles, 24 de enero de 2018

Un poema de "De regreso a nosotros" de Ana Pérez Cañamares

Cómo es posible que me encuentres
cuando soy descampado o ruina

y sin embargo has venido
mi nombre y señas los traes
apuntados en un sobre

al abrir la carta encuentro
los planos de mi reconstrucción:

yo misma los dibujé hace años.

ANA PÉREZ CAÑAMARES


jueves, 18 de enero de 2018

Un poema de "Que viene el lobo" de Itziar Mínguez Arnáiz

EXCUSATIO NON PETITA

Te avergüenza decir que eres poeta

la gente te mira raro
como si fueras un ser de otro mundo
que vive en un estado de permanente tormento

por eso te justificas inmediatamente después:
pero estoy terminando una novela
añades

todo parece volver a sus sitio.

ITZIAR MÍNGUEZ ARNÁIZ


martes, 16 de enero de 2018

Un poema de "El oficio del hombre que respira" de Francisco Caro

EL VIAJE SIN EXCUSA

Porque vivir es esto,
un viaje sin excusa,
un reto de distancias, nunca quise
ser transeúnte roto en sus caminos.

Sabedor de sus túneles y alfombras,
de sus bifurcaciones,
de sus tretas gordianas, de que nunca decreta
cárcel para los buitres ni da salvoconductos,
hice largo el trayecto, pero rumor mis pasos.

De cada recorrido guardo
el polvo de la marcha,
el sol con que se guían los audaces
y la plata encendida de las cumbres,
no recelo
de veranos con nieve,
de crepúsculos pálidos,
de posadas con voces clandestinas, sigo
poniendo nombres
al fracaso de algún ayer intruso,
a las aves y encinas que me cruzan,
a los patios del sueño,
y escribo, si me deja, de sus provocaciones,
de sus enemistades,
del amor junto a los acantilados.

Aún espero a Borges
en las noches de tregua y estrelladas,
no pregunto a quien pasa,
no respondo.

FRANCISCO CARO


viernes, 12 de enero de 2018

Un poema de "Mientras me alejo" de Karmelo C Iribarren

TRISTEZA

Alguien dijo
que era el musgo que le sale al alma
cuando no deja de llover
sobre la ausencia.

No es una mala definición.
                                          A veces
unos días de sol en primavera
pueden ser suficientes
para quitártela de encima;

o eso piensas,
hasta que la conoces de verdad.

KARMELO C. IRIBARREN


jueves, 11 de enero de 2018

Un poema de "Licencia para bailar" de Katy Parra

EL ÚLTIMO TANGO

No puedo ahora frenar
la rotación inmensa del abrazo
para medir su órbita
CLAUDIO RODRÍGUEZ


¿Qué quieres que te cuente del amor
alguien que nunca ha escrito en el poema mariposa o
abril?
Yo sólo puedo hablarte
de los escorpiones o de las garrapatas,
de la cara de imbécil que tiene mi vecino,
de lo triste que a veces me resulta
escuchar a Coltrane
sin otra compañía que mis gatos
o del abrigo excepcional de los violines
cuando tiemblan y dudan de su música.
Sin embargo, no puedo hablarte del amor.
Ese altivo juglar no me quiso en sus filas
y ahora estoy aquí como un intruso,
escribiéndote a ti que estás leyendo
y mirando el reloj para escaparte
de toda esta indigencia,
que tal vez sabes algo de este tipo
y de sus maniobras,
que también -es posible- te haya dado plantón;
a ti, que desconoces mi lado más siniestro,
el tabaco que fumo
o a qué hora inservible
maldigo las canciones y me arrastro
hasta mi habitación sin dignidad
para seguir bebiendo esta indolencia.

¿Qué quieres que te cuente del amor
quien no pudo medir su abrazo ni su órbita?

KATY PARRA